Apéndice A - Combustible Residencial De Pellets - Hergom Heritage Manual Del Usuario

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Apéndice A – Combustible residencial de pellets
(Extracto de "Manual de referencia de sistemas de calefacción a pellets, segunda edición" diciembre 2008)
En la mayor parte del mundo, el concepto de hogar está directamente vinculado a la capacidad de mantener un entorno
cálido en los meses invernales. Con la crisis energética de la década de 1970 se tuvo conocimiento por primera vez de que
la fuente de dicho calor y confort tenía que revisarse. La imposición de limitaciones y las eventuales carencias de
combustibles fósiles finitos e irreemplazables despertó un nuevo interés por las fuentes de combustible alternativas
renovables y, por lo tanto, sostenibles.
Casi simultáneamente, se destapó el problema de los residuos. Los hábitos de nuestra sociedad derrochadora, no sólo
provocaron el desperdicio costoso de valiosos recursos energéticos, sino también una crisis en los espacios y métodos de
vertido. El desarrollo del combustible residencial de pellets responde tanto a la demanda de fuentes de biomasa renovables
para la calefacción doméstica, como de una reducción del volumen de residuos.
1. PRODUCCIÓN DE PELLETS
Dado que las empresas de productos forestales fabrican madera, contrachapados y otros productos, generan residuos de
madera y corteza que contienen energía. En forma de serrín, corteza y virutas, estos residuos son voluminosos y su
contenido de humedad es muy variable. El proceso de fabricación del pellet reduce su volumen mediante compresión y
aumenta su facilidad de combustión controlando la consistencia. Producidos originalmente para uso industrial e institucional,
los pellets entraron en el mercado de los combustibles residenciales con la introducción de los primeros aparatos
domésticos a pellets, a mediados de la década de 1980.
1.1 MATERIAS PRIMAS
Aunque existe una amplia variedad de materiales, incluyendo serrín y residuos de maderas de frondosas y de
coníferas, cortezas y cáscaras, subproductos agrícolas, papel y cartón, que se pelletizan para su uso como
combustible, los pellets residenciales son principalmente residuos con base de madera. El maíz, debido a su
parecido natural con los pellets, se usa en algunos aparatos residenciales especialmente diseñados. Dado que la
combustión del maíz es diferente de la combustión de los pellets de madera, el maíz no debe quemarse sólo ni
mezclado con pellets de madera a menos que el aparato esté diseñado específicamente para su uso en la
combustión.
El contenido de ceniza y otros factores limitan o impiden actualmente el uso práctico de otros productos agrícolas y
de papel en la mayoría de los aparatos residenciales. La creciente competencia por los subproductos industriales
forestales y la reducción de la explotación forestal en algunas áreas son una preocupación cada vez mayor entre
los fabricantes de pellets. Sin embargo, el diseño de aparatos a pellets está respondiendo a las predicciones de los
fabricantes de combustibles respecto a las carencias futuras de combustible de primera calidad con investigación y
desarrollo orientados a una mayor tolerancia con las cenizas.
La cantidad de residuos disponible del procesamiento de troncos varía dependiendo de factores como el tamaño
del tronco, la clase de madera, las dimensiones de la misma, el contenido de humedad y la maquinaria de
procesamiento. Normalmente, hay disponible de un 5 a un 10% del material original para la conversión en
combustible de pellets. Las materias primas pueden recibirse en la planta de procesamiento de pellets como
residuos de la madera secada al horno o como residuos de la madera recién procesada (verde), en la que el peso
de la humedad puede superar al de la materia seca. El poder calorífico de los pellets acabados comprende desde
3.900 hasta más de 5.000 kcal/kg (con un 5% de humedad), con las especies resinosas (como los pinos y abetos)
que poseen valores calóricos brutos ligeramente superiores que las especies no resinosas (maderas de frondosas)
y la corteza. El contenido medio de kcal de los pellets, cuando los recibe el consumidor, es de 4.400 kcal/kg con un
5% de humedad.
Las maderas de coníferas, maderas de frondosas y mezclas de diferentes especies se usan como materias
primas. Mientras las maderas de frondosas son generalmente las especies preferidas para los aparatos a leña,
debido a su contenido superior de kcal y emisiones inferiores, los pellets de maderas de coníferas tienen
generalmente un valor calórico ligeramente superior y un contenido de ceniza inferior que los pellets producidos de
maderas de frondosas, especialmente las que contienen corteza. Las resinas de las maderas de coníferas que son
más difíciles de quemar en un aparato a leña, no son un problema en los aparatos a pellets, que regulan el aire
para la combustión y proporcionan una alimentación de combustible gradual y precisa en pequeñas cantidades.
El tamaño de partícula de la materia prima comprende desde serrín fino hasta virutas grandes que tienen que
molerse para uniformizar el tamaño. La manipulación cuidadosa de las materias primas antes del proceso de
pelletización es importante para reducir las materias extrañas no deseadas.

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