3. FUNCIONAMIENTO
3.1. Combustión
Las estufas e insertables de leña son aparatos de combustión intermitente, esto quiere decir que debe realizar el
encendido, una carga de combustible (peso de leña aprox. aconsejado por el fabricante para cada modelo),
seguida por un ciclo de combustión completo, repitiendo cargas de combustible después de cada ciclo de
combustión. Es necesaria una buena combustión para conseguir un mayor rendimiento y una mejor visión de las
llamas a través del cristal. Debe seguir algunas pautas:
Mantenga una temperatura elevada y constante en el hogar. Para ello debe tener la puerta del hogar
cerrada todo el tiempo, abra la puerta únicamente para realizar la recarga de leña y debe hacerlo lo
más breve posible. Mantener la puerta abierta implica que el aparato se enfría, se perjudica la
combustión y dificulta el encendido de la nueva carga de leña.
No demore la recarga de leña, espere justo a que termine el ciclo de combustión, cuando
desaparecen las llamas de la carga anterior.
Un ciclo de combustión completo comprende:
1º Un breve espacio de tiempo después de la recarga en el que la leña empieza a calentarse y no
produce llama. El tiempo que transcurre hasta que prende la llama es un indicador de la temperatura
del hogar, si Vd. espera demasiado tiempo a realizar la recarga la temperatura desciende demasiado y
la nueva carga de leña no se enciende bien, esto perjudica la combustión y provoca que el cristal se
ensucie.
2º La leña aumenta rápidamente de temperatura y empieza a descomponerse emitiendo gas que se
inflama si la temperatura del hogar es la adecuada. La temperatura del hogar empieza a recuperarse
a medida que el combustible va desprendiendo más gas y aumenta el volumen de las llamas.
3º Después de un intervalo de tiempo, que varía dependiendo del tipo y formato de la leña, se ha
alcanzado el máximo valor de temperatura, la emisión de gas de la leña empieza a descender
lentamente junto con el volumen de las llamas.
Cuando se agota la emisión de gas de la carga de leña, se extingue la llama, quedando brasas incandescentes. Es
entonces cuando se debe realizar la nueva recarga de leña.
La carga de combustible debe ser el peso aproximado aconsejado por el fabricante para cada modelo.
Preferentemente en una o dos piezas.
Evite el exceso de carga con leña fina, esto puede ocasionar una combustión deficiente, la leña emite
muy rápidamente un excesivo volumen de gas y no hay suficiente aportación de aire. Aunque hay un
gran volumen de llamas la combustión no es buena y el cristal tiende a ensuciarse. Se pueden
alcanzar temperaturas excesivas que ponen en peligro la integridad de la estufa y la seguridad de los
usuarios.
Seleccione la leña para conseguir el tipo de funcionamiento deseado. La leña más fina de menor
calibre debe utilizarla para conseguir una mayor potencia térmica, utilícela después del encendido
para conseguir una respuesta más rápida y cuando tenga mayor necesidad de calor. Utilice la leña
más gruesa, para conseguir una combustión más lenta, cuando tenga menos necesidad de calor o
para mantenimiento, siempre precedido por un ciclo de mayor potencia con leña más fina, cuando el
aparato ya tiene una temperatura alta. Si es necesario acompañe la leña más gruesa con alguna pieza
fina.
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