En reuniones celebradas entre ubicaciones remotas, como por ejemplo teleconferencias, pueden producirse ecos acústicos cuando un micrófono
captura la salida de audio desde el altavoz. El altavoz amplifica el audio del otro interlocutor y puede rebotar en el techo, las paredes o los suelos de
la habitación, y, cuando el micrófono lo captura, se devuelve al otro interlocutor junto con el audio de su interlocutor. El otro interlocutor escucha su
propio audio con retraso, lo que dificulta su respuesta.
Utilizando las señales del otro interlocutor como referencia, el cancelador de eco acústico elimina solo los ecos del audio del otro interlocutor de las
señales de audio enviadas desde su interlocutor. Ello permite ofrecer un audio nítido, sin ecos, al otro interlocutor.