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PROYECTO DE UN SISTEMA DE ALARMA
Para obtener un sistema de alarma que resulte totalmente funcional y eficaz
conforme a la finalidad prevista, primero es necesario diseñar el sistema "sobre
el tablero" y luego proceder con las demás fases operativas descritas en este
manual. En particular, resulta fundamental evaluar el número y el tipo de detec-
tores necesarios, así como el lugar en que se vaya a colocar cada uno, según
su función específica. A fin de realizar un proyecto de instalación adecuado, es
aconsejable diseñar un plano de la vivienda en que se vaya a instalar el sistema
de alarma e indicar en éste el nombre y la posición de cada dispositivo previsto
en el sistema. Este plano también resultará útil y determinante durante la fase
de configuración del sistema, por ejemplo, cuando sea necesario memorizar el
nombre de los distintos dispositivos.
3.1 - Cómo subdividir las zonas a proteger en la vivienda
La central se puede programar para controlar toda la zona de la vivienda o
partes de ella. Por este motivo, es importante subdividir inicialmente el área
abarcada por el sistema en tres "zonas de intervención" (zona A - B - C), asig-
nando la pertenencia de cada ambiente a una de las 3 zonas según una lógica
adecuada y funcional.
Para los edificios, una primera lógica de subdivisión es la de los "círculos con-
céntricos" (ver fig. 1). Utilizando esta lógica, la asignación podría ser, por ejem-
plo, la siguiente: detectores situados en el exterior del edificio = zona A; detec-
tores perimetrales (en puertas y ventanas) = zona B; detectores situados en el
interior del edificio = zona C. Esta subdivisión permite, por ejemplo, disuadir,
con mensajes de voz emitidos por las sirenas, cualquier intento de intrusión en
la zona A, aun antes de que se produzca, o activar la alarma de las sirenas al
primer intento de efracción de puertas o ventanas (en la zona B), o efectuar las
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llamadas a las fuerzas del orden cuando los detectores en el interior (en la zona
C) señalen la intrusión efectiva.
Otra lógica de subdivisión de la zona a proteger es la de los "bloques homogé-
neos" (ver fig. 2). Utilizando esta lógica, la asignación podría ser, por ejemplo,
la siguiente: los locales de la planta baja a la zona A, los locales de la primera
planta a la zona B y el garaje a la zona C. Esta subdivisión permite, por ejem-
plo, activar la alarma en el garaje (en la zona C), de forma que, al mismo tiem-
po, se puedan desarrollar las actividades normales en el resto de la vivienda.
3.2 - Dónde colocar los componentes del sistema de alarma
Para elegir la posición de los distintos componentes del sistema se recomienda
observar la fig. 3 y verificar las siguientes condiciones:
• Central
- Las centrales funcionan transmitiendo y recibiendo señales radio de baja
potencia (dentro de los límites establecidos por las normas). Por eso deben
instalarse en zonas que permitan una buena propagación de las señales. Evi-
tar los nichos, los armarios metálicos, las columnas y las paredes de hormi-
gón armado. Cerca de la central no debe haber superficies metálicas exten-
sas o rejillas metálicas, ni siquiera dentro de las paredes.
- La central debe estar en posición central respecto de los otros dispositivos.
- La calidad de la señal recibida se puede verificar en la pantalla de la central
(ver el apartado 9.5.1.3 "Test NIVEL SENAL"). En caso de dudas, verificarla
antes de fijar la central en la pared. Con los aparatos radio, un desplazamien-
to de pocos centímetros puede implicar mejoras significativas en la recepción
y transmisión de señales.
zona B
zona A
zona C
zona B
zona A
zona C
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