El rayo láser rojo que se utiliza para
medir sin reflector es coaxial con el
eje de puntería del anteojo y sale por
el orificio del objetivo. Si el ajuste es
bueno, el rayo rojo de medición y la
línea de puntería visual
prácticamente coinciden. La
dirección del rayo rojo de medición
puede resultar alterada por causas
externas, como un golpe o grandes
diferencias de temperatura.
Antes de efectuar
mediciones precisas de
distancias se debe comprobar la
dirección de rayo láser ya que una
fuerte desviación del mismo respecto
a la línea de puntería puede producir
mediciones imprecisas.
Comprobación
Colocar la tablilla de puntería a una
distancia de 5m a 20m del
instrumento, con la cara gris, de
mayor reflexión, dirigida hacia el
instrumento. Llevar el anteojo a la
posición II. Dirigir el instrumento
mediante el retículo del anteojo al
centro de la tablilla de puntería.
Mirando por el anteojo visar el
retículo de la tablilla.
El punto rojo de medición no es
visible a través del anteojo pero sí al
mirar directamente a la tablilla justo
por encima o al lado del anteojo.
Si la mancha roja del láser ilumina el
retículo de la tablilla, se está dentro
de la precisión de ajuste prevista y
no es necesario ajustar. Si, por el
contrario, la mancha luminosa cae
fuera del retículo, hay que ajustar la
dirección del rayo.
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Si la mancha resulta demasiado
clara (brillante), deberá hacerse la
comprobación con la cara blanca de
la tablilla.