Conexión Eléctrica; Conexión Con El Suministro De Agua - Selecline 600081674 Manual De Instrucciones

Ajuste los pies de la máquina para que esté nivelada y bien estable. La
buena instalación de la máquina es fundamental para abrir y cerrar la puerta
correctamente.
CONEXIÓN ELÉCTRICA
¡Advertencia! Por su propia seguridad:
NO UTILICE ALARGADORES NI ENCHUFE ADAPTADOR CON ESTE APARATO. BAJO
NINGUNA CIRCUNSTANCIA DEBE CORTAR O SACAR EL PIN DE TOMA DE TIERRA DEL
ENCHUFE DEL CABLE ELÉCTRICO.
Intensidad del fusible interior: 10-16 A.
Su lavavajillas está configurado para funcionar con una tensión de alimentación
de 220-240 V. Si la instalación eléctrica de su domicilio es de 110 V, intercale un
transformador de 110/220 V - 3.000 W. El lavavajillas debe estar desconectado de la
alimentación durante la instalación.
Utilice siempre la toma aislada suministrada con el aparato.
Tire siempre del enchufe para desenchufar el aparato. Nunca tire del cable de
alimentación.
Por motivos de seguridad, al final del programa, siempre asegúrese de desenchufar
la toma.
Para evitar una electrocución, evite desenchufar el lavavajillas con las manos
mojadas.
Advertencia: una mala conexión del conductor de puesta a tierra del equipo
puede conllevar un riesgo de descarga eléctrica. Consulte a un electricista o a
un representante del mantenimiento cualificado si tiene dudas sobre la correcta
conexión a tierra de su máquina. No haga ninguna modificación del enchufe
proporcionado con la máquina. Si no puede colocarse en la toma, haga instalar una
toma adecuada por un electricista cualificado.
CONEXIÓN CON EL SUMINISTRO DE AGUA
El aparato debe conectarse a una red de suministro de agua mediante un juego
de mangueras nuevas, ya que no es conveniente reutilizar un juego usado. Si
el aparato está conectado a conductos nuevos o en desuso desde hace mucho
Compruebe que la instalación de fontanería interior
sea la adecuada para la instalación de un lavavajillas.
Recomendamos además la instalación de un filtro en la
entrada de su domicilio, para evitar que cualquier tipo de
contaminación (arena, arcilla, óxido, etc.) potencialmente
presente en la red de suministro o en el sistema interior de
tuberías pueda provocar daños en el aparato y para evitar
cualquier inconveniente, como el amarilleo o la formación
de depósitos después del lavado.
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