Advertencias e indicaciones de seguridad
Mantenimiento de la calidad
¡Observe las siguientes indicaciones para garantizar el manteni‐
miento de la calidad de limpieza en el tratamiento de vidrios y
utensilios de laboratorio y a fin de evitar daños materiales!
El programa sólo podrá ser interrumpido en casos excepcionales y
por personal autorizado.
El usuario deberá garantizar de forma demostrable el estándar de
tratamiento y desinfección de los procesos de desinfección en la
práctica. Los procesos deberán controlarse y documentarse regular‐
mente mediante los resultados.
Para la desinfección térmica hay que utilizar las temperaturas y los
tiempos que según las disposiciones y normas, así como conoci‐
mientos microbiológicos e higiénicos, facilitan la profilaxis contra in‐
fecciones.
Utilizar únicamente utensilios correctos desde el punto de vista de
la técnica de lavado. Controlar la termoestabilidad en el caso de pie‐
zas de plástico. Los objetos a limpiar niquelados y con aluminio tinta‐
do son aptos con limitaciones para el tratamiento a máquina, ya que
requieren condiciones de proceso muy especiales.
Los materiales férricos corrosivos no se pueden introducir en la cuba
ni en forma de utensilios ni como suciedad.
Los productos químicos pueden en algunas circunstancias provo‐
car daños en la termodesinfectora. Se aconseja seguir las recomen‐
daciones del fabricante de productos químicos.
Contacte con Miele en caso de siniestros y ante la sospecha sobre la
incompatibilidad de materiales.
En la termodesinfectora no se deben introducir sustancias con
propiedades abrasivas, ya que estas podrían dañar los componentes
mecánicos de la conducción de agua. Los restos de sustancias abra‐
sivas en los utensilios deberán eliminarse sin dejar restos antes de
tratarlos en la termodesinfectora.
Los tratamientos previos, p. ej., con detergentes o desinfectantes,
y determinadas suciedades así como agentes químicos, incluso com‐
binados mediante interacciones químicas, pueden producir espuma.
La espuma puede afectar sobre el resultado del tratamiento y de la
desinfección.
El proceso de tratamiento deberá ajustarse de forma que no salga
nada de espuma de la cuba. La espuma que sale supone una ame‐
naza para el funcionamiento seguro de las termodesinfectoras.
El proceso de tratamiento debe ser controlado con regularidad por
el usuario para poder detectar la formación de espuma.
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