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de vidrio con los crustáceos antediluvianos,
por ejemplo, en un antepecho. Sin embargo,
la ventana no debe estar expuesta a pleno
sol. Una ventana al norte estaría bien.
Así alimentas a tus crustáceos antediluvi-
anos:
La mezcla de sal con los huevos de los crustá-
ceos antediluvianos ya contiene una peque-
ña cantidad de alimento que basta aproxima-
damente para los primeros tres días. Durante
tal lapso de tiempo no tienes que dar de
comer a las crías. Luego, los crus-
táceos antediluvianos necesitan
algas minúsculas como alimento.
Dichas algas están comprendidas
en el alimento JBL ArtemioFluid
que es parte de este equipo. Sin
embargo, no debes darles de
comer las cantidades indicadas
en las instrucciones de ArtemioFluid. Tales
instrucciones valen solamente para la gente
que quiere criar grandes cantidades de arte-
mias como alimento para sus peces.
Recomendamos que te atengas a la sigu-
iente regla general: En tu acuario con un
contenido aproximado de 8 litros, puedes
echar al agua en la primera semana, día por
medio, una gota de alimento. En la segunda
semana, cuando tus artemias ya están más
grandes, puedes aumentar la cantidad de
comida en una gota.
La comida hace que el agua se enturbie en
un ligero tono verdoso. Cuando las artemias
«se han comido todo dejando clara» el agua,
puedes darles de comer nuevamente una o
dos gotas más de la comida. Después de dos
a tres semanas, los crustáceos antediluvianos
son adultos y tienen una talla aproximada de
uno a uno y medio centímetros.
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ATENCIÓN: ¡Nunca eches
demasiada comida! Esto
arruina el agua y tus arte-
mias se mueren. Remue-
ve el agua varias veces
al día con cuidado. Así,
pueden nadar libremente los trocitos de co-
mida que ya se habían precipitado al suelo y
el agua se enriquece con oxígeno.
El agua para tus crustáceos antediluvianos
A como ciertamente ya has notado, tus
crustáceos antediluvianos necesitan sal en
el agua. Sin sal no pueden sobrevivir. Sin
embargo, mucha sal también puede perju-
dicarles. Por tanto, con la primera carga del
acuario pones fuera del recipiente una cinta
pegante para marcar el nivel del agua. Así,
siempre sabes, cuánta cantidad de agua ha
de haber dentro del recipiente.
El agua se evapora con el tiempo. Con regu-
laridad, tienes que rellenar el recipiente con
agua corriente hasta el nivel de tu cinta pe-
gante. Lo que es necesario, ya que solamente
el agua pura se evapora y la sal en el resto
del agua de tus crustáceos antediluvianos es
cada vez más «espesa». Rellenando con agua
corriente, se diluye entonces la sal nueva-
mente a la relación normal.
Cada dos o tres semanas debes ofrecer a tus
crustáceos antediluvianos agua nueva. En
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