SUPERFICIES DE ACERO SATINADO (diariamente).
Limpiar todas las superficies de acero. Cuando la
suciedad es reciente se elimina con facilidad.
Eliminar la suciedad, la grasa y los residuos de comida
de las superficies de acero, cuando se hayan enfriado,
utilizando un paño o una esponja, y agua con jabón o
detergente. Luego, secar bien todas las superficies
limpiadas.
Si la suciedad, la grasa o los residuos de comida se han
incrustado, hay que pasar un paño o una esponja en el
sentido del satinado y aclarar varias veces: el
frotamiento circular y las partículas depositadas en el
paño o la esponja pueden rayar el satinado.
Los objetos de hierro pueden dañar el acero: Las
superficies dañadas se ensucian con mayor facilidad y
están más expuestas a la corrosión.
Volver a satinar si es necesario.
SUPERFICIES ENNEGRECIDAS POR EL CALOR (cuando sea
necesario).
La exposición a altas temperaturas puede hacer que aparezcan
aureolas oscuras que pueden eliminarse siguiendo las
instrucciones del apartado anterior.
NOTA: No ensuciar el venturi por dentro.
La suciedad puede obstruir
los inyectores y afectar a la
calidad de la llama.
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