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SK25i
Cuidado y Mantenimiento
Detergentes
Use detergentes diseñados para lavadoras eléctricas.
La solución de limpieza debe tener la consistencia de agua para evitar obstruir la botella y la boquilla
de detergente. Este sistema aplica detergente a baja presión. El poder de limpieza de los detergentes
mejora cuando se aplica a baja presión y se da suficiente tiempo para descomponer la suciedad y la
mugre. La combinación de baja presión y acción química es muy efectiva y puede ser mejor que fregar
si se aplica correctamente. Siempre rocíe detergente sobre una superficie seca. No remoje previamente
el área. Mojar la superficie primero diluye el detergente y reduce su capacidad de limpieza. No permita
que el detergente se seque en la superficie. En las superficies verticales que se están limpiando,
aplique detergente en las superficies inferiores y suba para evitar que el detergente provoque rayas en
la suciedad y la mugre. Enjuague el detergente al lavar a presión de abajo hacia arriba por la misma
razón. Si una mancha es particularmente dura, puede ser necesario volver a aplicar el detergente y usar
un cepillo de cerdas para fregar la mancha. El lavado a presión posterior después del cepillado debe
completar con éxito su trabajo de limpieza.
Evite Superficies Dañinas
El daño a las superficies ocurre porque la fuerza de impacto del agua excede la durabilidad de la
superficie. Nunca use una corriente de alta presión o una boquilla turbo/rotativa en una superficie que
sea susceptible a daños.
Para evitar dañar las superficies de una forma segura:
01. Coloque la boquilla de rociado aproximadamente a 4-5 pies y 45 grados de la superficie de limpieza.
02. Varíe el patrón de rociado, el ángulo de rociado y la distancia a la superficie de limpieza hasta lograr
una eficiencia de limpieza óptima sin dañar la superficie.
Ángulo ante la Superficie de Limpieza
Cuando rocíe agua contra una superficie, se genera un impacto
máximo cuando el agua golpea la superficie de frente. Sin
embargo, este tipo de impacto tiende a hacer que las partículas
de suciedad se incrusten en la superficie, evitando así la acción
de limpieza deseada.
El ángulo óptimo para rociar agua contra una superficie es de 45
grados.
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