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Español Latino
- Nunca utilice aire comprimido, estropajos, agentes de limpieza
abrasivos ni líquidos agresivos, como gasolina o acetona, para
limpiar el dispositivo.
- La luz dispersa que emite el dispositivo no daña los ojos. No mire
el pulso de luz mientras use el dispositivo. No es necesario usar
gafas protectoras durante la aplicación. Utilice el dispositivo en
una habitación bien iluminada para que la luz no moleste a los
ojos.
- Lleve siempre el dispositivo a un centro de servicio autorizado por
Philips para su revisación o reparación. La reparación realizada por
personas no calificadas puede causar una
situación extremadamente peligrosa para el usuario.
- Nunca deje el dispositivo sin vigilancia cuando esté encendido.
Apague siempre el artefacto después de usarlo.
- No utilice el dispositivo si cualquiera de las condiciones
mencionadas en el capítulo "¿Para quiénes no está recomendado
el uso de Lumea? Contraindicaciones" se aplican a su caso.
- El bronceado con luz solar natural o artificial puede influir en la
sensibilidad y el color de la piel. Realice una prueba de piel para
determinar el nivel de intensidad de la luz apropiado.
- Antes de usar Lumea, debe limpiar la piel y asegurarse de que esté
libre de vello y sustancias aceitosas y que esté totalmente seca.
- No trate la misma zona de la piel más de una vez durante una
sesión. Esto no mejora la eficacia del tratamiento, sino que
aumenta el riesgo de reacciones cutáneas.
- Lumea nunca debe provocar dolor. Reduzca el ajuste de
intensidad de la luz si experimenta molestias.
Campos electromagnéticos (CEM)
Este dispositivo de Philips cumple con todas las normas y regulaciones
aplicables sobre la exposición a campos electromagnéticos.