Caldera de biomasa:
No limpiar la caldera cuando está en funcionamiento.
Al finalizar la estación, es necesario que la caldera sea revisada por un profesional
cualificado, para que la instalación se mantenga eficiente.
Efectuar de forma precisa el mantenimiento ahorra costes e incrementa la seguridad, la
presencia de hollín e incrustaciones en las superficies de intercambio reduce la eficiencia
de la caldera y no permite que esta siga proporcionando las prestaciones declaradas. Si
el cable de alimentación es dañado, debe ser sustituido por un servicio de asistencia
técnica autorizado.
Para un funcionamiento correcto de la caldera, es importante mantener limpia la parte
de combustión del quemado, así como los tubos del intercambiador de la parte superior
de la misma, con los utensilios que se facilitan con la caldera.
Periódicamente pasar el raspador en los tubos, posteriormente vaciar el cajón posterior
de la chimenea donde se depositan las cenizas de dicha limpieza, así como la suciedad
que se halla podido desprender de la columna de la chimenea.
En la parte del quemado limpiar el cajón de cenizas principal del quemador y con la
paleta que se suministra con la caldera despejar los elementos inquemados, para evitar
acumulación de los mismos.
Es recomendable parar la caldera periódicamente y limpiar todo el interior del quemador
de impurezas, tales como pequeñas piedras restos inquemados y suciedad acumulada
por el tiempo.
Se lubricará
el rodamiento de apoyo del sinfín con grasa con grasa para tal fin
periódicamente cada 150 horas de funcionamiento
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