Publicidad
ESTABILIDAD
ARTÍCULO DE GERARD NEWMAN
¿El sombrero es estabilidad? Brevemente, es la capacidad de elegir y mantener su
posición en la columna de agua. Cuando tenemos una plataforma estable para
bucear estamos más cómodos, en mejor control y en mejores condiciones de
observar nuestro entorno submarino. Bucear con un CCR agrega algunas
consideraciones adicionales para la estabilidad. Idealmente, debemos ser estables
al nadar (estabilidad dinámica) y al flotar (estabilidad estática). Tenemos un mejor
control sobre nuestra estabilidad cuando asumimos un recorte propenso
(horizontal) en el agua con nuestras aletas planas. Esto aumenta nuestro arrastre
vertical (ayudando a mantener nuestra posición vertical en la columna de agua) y
disminuye nuestro arrastre horizontal (como al nadar) (Fig. 1.41).
La estabilidad se ve afectada por la ponderación y la flotabilidad. Nuestros
componentes de ponderación incluyen los cilindros con los que elegimos bucear,
luces, aletas, placas traseras y lastre de plomo que llevamos con nosotros. Estos
componentes pueden distribuirse de lado a lado y de la cabeza a los dedos de los
hechos. La distribución incorrecta dará como resultado un recorte no horizontal.
Demasiado plomo en nuestra cintura tenderá a arrastrar nuestras caderas hacia
abajo, lo que resultará en una posición de cabeza hacia arriba en el agua (Fig. 1.42).
Las aletas que son demasiado ligeras darán como resultado una posición de pies
hacia arriba. Los buceadores a menudo compensan instintivamente los problemas
de colocación de peso arqueando la espalda para mantener el ajuste. El objetivo es
permitir un ajuste adecuado con una postura relajada en el arnés. Por supuesto, la
ponderación adecuada es clave: deberíamos poder mantener una parada de 10 pies/3
m sin gas en el ala y una cantidad cómoda de gas en nuestro traje de exposición
(cuando buceamos en un traje seco). Con el CCR tenemos que tener en cuenta el
volumen de gas en nuestro bucle de respiración. Por lo general, recomiendo
comenzar con 4 libras / 1.8 kg adicionales sobre lo que el buceador normalmente
usaría con una plataforma de circuito abierto de un solo cilindro como punto de
partida. Los buceadores con volúmenes corrientes más grandes o más pequeños
deberán ajustarse en consecuencia.
Nuestros componentes de flotabilidad incluyen nuestro traje de exposición, nuestro
ala y nuestros contrapulsos. Minimizar los volúmenes de gas en cada uno
contribuirá en gran medida a minimizar los efectos de la Ley de Boyle. Cuanto más
grande es la burbuja de gas, más difícil es controlarla. Cuanto menos profundo seas,
más pronunciados serán los efectos de la Ley de Boyle: la atención cuidadosa para
controlar los volúmenes de gas en nuestros contrapulsos, alas y nuestro traje de
exposición en el ascenso es fundamental. Agregar o volver a mover pequeñas
cantidades de gas y dar tiempo para que el cambio surta efecto es la clave para
controlar nuestra flotabilidad (Fig. 1.42 y 1.43).
Fig. 1.41
Fig. 1.42
Fig. 1.43
3
3
|
Publicidad
