animales, sin embargo, sugieren que bajos niveles de RF podrían acelerar el desarrollo del cáncer en animales
de laboratorio. Sin embargo, muchos de los estudios que mostraron un desarrollo de tumores aumentado,
usaron animales que habían sido alterados genéticamente o tratados con sustancias químicas causantes de
cáncer de modo que estuvieran predispuestos a desarrollar cáncer aún sin la presencia de una exposición a RF.
Otros estudios expusieron a los animales a RF durante períodos de hasta 22 horas al día. Estas condiciones no
se asemejan a las condiciones bajo las cuales la gente usa los teléfonos inalámbricos, de modo que no sabemos
con certeza qué significan los resultados de dichos estudios para la salud humana. Tres grandes estudios
epidemiológicos se han publicado desde diciembre de 2000. Entre ellos, los estudios investigaron cualquier
posible asociación entre el uso de teléfonos inalámbricos y el cáncer primario del cerebro, glioma, meningioma,
o neuroma acústico, tumores del cerebro o de la glándula salival, leucemia u otros tipos de cáncer. Ninguno de
los estudios demostró la existencia de ningún efecto dañino para la salud originado en la exposición a RF de los
teléfonos inalámbricos. No obstante, ninguno de los estudios puede responder a preguntas sobre la exposición
a largo plazo, ya que el período promedio de uso del teléfono en estos estudios fue de alrededor de tres años.
5. ¿Qué investigaciones se necesitan para decidir si la exposición a RF de los teléfonos inalámbricos
representa un riesgo para la salud?
Una combinación de estudios de laboratorio y estudios epidemiológicos de gente que utiliza teléfonos
inalámbricos efectivamente proporcionaría algunos de los datos necesarios. Dentro de algunos años se podrán
realizar estudios de exposición animal durante toda la vida. Sin embargo, se necesitarían grandes cantidades
de animales para proporcionar pruebas confiables de un efecto promotor del cáncer, si existiera. Los estudios
epidemiológicos pueden proporcionar datos directamente aplicables a poblaciones humanas, pero puede ser
necesario un seguimiento de 10 años o más para proporcionar respuestas acerca de algunos efectos sobre la
salud, como lo sería el cáncer. Esto se debe a que al intervalo entre el momento de la exposición a un agente
cancerígeno y el momento en que se desarrollan los tumores, en caso de hacerlo, puede ser de muchos, muchos
años. La interpretación de los estudios epidemiológicos se ve entorpecida por la dificultad de medir la exposición
real a RF durante el uso cotidiano de los teléfonos inalámbricos. Muchos factores afectan esta medición, como
el ángulo al que se sostiene el teléfono, o el modelo de teléfono que se usa.
6. ¿Qué está haciendo la FDA para averiguar más acerca de los posibles efectos en la salud de la RF de
los teléfonos inalámbricos?
La FDA está trabajando con el Programa Nacional de Toxicología de EE.UU (U.S. National Toxicology Program)
y con grupos de investigadores en todo el mundo para asegurarse de que se lleven a cabo estudios de alta
prioridad con animales para ocuparse de importantes preguntas referentes a los efectos de la exposición a la
energía de radiofrecuencia (RF).
La FDA ha sido un participante líder en el Proyecto de Campos Electromagnéticos (EMF) internacional de la
Organización Mundial de la Salud desde su origen en 1996. Un importante resultado de este trabajo ha sido
el desarrollo de una agenda detallada de necesidades de investigación que ha impulsado el establecimiento de
nuevos programas de investigación por todo el mundo. El proyecto también ha ayudado a desarrollar una serie
de documentos de información pública sobre temas de EMF. La FDA y la Asociación de Telecomunicaciones e
Internet Celular (CTIA) tienen un Acuerdo de investigación y desarrollo en colaboración (CRADA) formal para
realizar investigaciones sobre la seguridad de los teléfonos inalámbricos. La FDA proporciona la supervisión
científica, recibiendo informes de expertos de organizaciones gubernamentales, de la industria y académicas.
La investigación patrocinada por la CTIA se realiza por medio de contratos con investigadores independientes.
La investigación inicial incluirá tanto estudios de laboratorio como estudios de los usuarios de teléfonos
inalámbricos. El CRADA también incluirá una amplia evaluación de las necesidades de investigación adicionales
en el contexto de los más recientes desarrollos de investigación del mundo.
7. ¿Cómo puedo averiguar cuánta exposición a energía de radiofrecuencia puedo recibir al usar mi teléfono
inalámbrico?
Todos los teléfonos que se venden en Estados Unidos deben cumplir con los lineamientos de la Comisión
Federal de Comunicaciones (FCC) que limitan las exposiciones a la energía de radiofrecuencia (RF). La FCC
estableció esos lineamientos asesorada por la FDA y otras dependencias federales de salud y seguridad. El
límite de la FCC para exposición a RF de teléfonos inalámbricos se ha fijado a una Tasa de absorción específica
(Specific Absorption Rate, SAR) de 1.6 watts por kilogramo (1.6 W/kg). El límite de la FCC es consistente con
los estándares de seguridad desarrollados por el Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (Institute of
Electrical and Electronic Engineering, IEEE) y el Consejo Nacional para la Protección y Medición de la Radiación
(National Council on Radiation Protection and Measurement). El límite de exposición toma en consideración la
capacidad del cuerpo de eliminar el calor de los tejidos que absorben energía de los teléfonos inalámbricos y
se ha fijado muy por debajo de los niveles que se sabe que tienen algún efecto. Los fabricantes de teléfonos
inalámbricos deben informar a la FCC del nivel de exposición a RF de cada modelo de teléfono. El sitio Web de la
FCC (http://www. fcc.gov/oet/ rfsafety) ofrece direcciones para ubicar el número de certificación de la FCC en su
teléfono de modo que puede encontrar el nivel de exposición de RF de su teléfono en la lista que aparece en línea.
8. ¿Qué ha hecho la FDA para medir la energía de radiofrecuencia que proviene de los teléfonos inalámbricos?
El Instituto de Ingenieros en Electrónica y Electricidad (IEEE) está desarrollando un estándar técnico para la
medición de la exposición a energía de radiofrecuencia (RF) proveniente de los teléfonos inalámbricos y otros
dispositivos inalámbricos con la participación y el liderazgo de científicos e ingenieros de la FDA. El estándar
denominado "Práctica recomendada para determinar la Tasa de absorción específica (SAR) pico espacial en el
cuerpo humano debida a los dispositivos de comunicación inalámbrica: técnicas experimentales" establece la
primera metodología consistente de pruebas para medir la tasa a la cual se deposita la RF en la cabeza de los
usuarios de teléfonos inalámbricos. El método de prueba utiliza un modelo de la cabeza humana que simula sus
tejidos. Se espera que la metodología de pruebas de SAR estandarizada mejore notablemente la consistencia de
las mediciones realizadas en distintos laboratorios con el mismo teléfono. La SAR es la medición de la cantidad
de energía que absorben los tejidos, ya sea de todo el cuerpo o de una pequeña parte de él. Se mide en watts/
kg (o miliwatts/g) de materia. Esta medición se emplea para determinar si un teléfono inalámbrico cumple con
los lineamientos de seguridad.
9. ¿Qué pasos puedo dar para reducir mi exposición a la energía de radiofrecuencia de mi teléfono inalámbrico?
Si estos productos presentan un riesgo, cosa que en este momento no sabemos que ocurra, es probablemente
muy pequeño. Pero si le preocupa evitar incluso los riesgos potenciales, puede tomar en cuenta estos consejos
sencillos para reducir al mínimo su exposición a la energía de radiofrecuencia (RF). Dado que el tiempo es un
factor clave en la cantidad de exposición que una persona puede recibir, la reducción del tiempo dedicado al
uso de teléfonos inalámbricos reducirá la exposición a RF. Si debe mantener conversaciones prolongadas con
teléfonos inalámbricos todos los días, puede aumentar la distancia entre su cuerpo y la fuente de la RF, dado
que el nivel de exposición cae drásticamente con la distancia. Por ejemplo, podría usar un auricular y llevar el
teléfono inalámbrico lejos del cuerpo o usar teléfonos inalámbricos conectados a una antena remota. Reiteramos
que los datos científicos no demuestran que los teléfonos inalámbricos sean dañinos. Pero si le preocupa la
exposición a RF de estos productos, puede usar medidas como las descritas arriba para reducir su exposición
a RF producto del uso de teléfonos inalámbricos.
10. ¿Qué hay del uso de teléfonos inalámbricos por parte de los niños?
La evidencia científica no muestra ningún peligro para los usuarios de teléfonos inalámbricos, incluidos los
niños y adolescentes. Si desea reducir la exposición a la energía de radiofrecuencia (RF), las medidas arriba
indicadas se aplicarían a niños y adolescentes que usen teléfonos inalámbricos. La reducción del tiempo de uso
de teléfonos inalámbricos y aumentar la distancia entre el usuario y la fuente de RF disminuirá la exposición
a RF. Algunos grupos patrocinados por otros gobiernos han aconsejado que se desaliente el uso de teléfonos
inalámbricos del todo para los niños. Por ejemplo, el gobierno del Reino Unido distribuyó volantes con una
recomendación similar en diciembre de 2000. Señalaron que no hay pruebas de que el uso de teléfonos
inalámbricos cause tumores cerebrales u otros efectos dañinos. Su recomendación para que se limitara el uso
de teléfonos inalámbricos por parte de los niños era estrictamente precautoria, no estaba basada en ninguna
evidencia científica de que exista ningún riesgo para la salud.