Toda manipulación del equipo que implique un contacto con la instalación eléctrica,
como el cambio de lámparas o fusibles, sólo podrá realizarse con la alimentación
desconectada.
Bajo ninguna circunstancia debe tocar la lámpara halógena incorporada en la unidad
de luz incidente durante el funcionamiento o inmediatamente después. Estas lámparas
generan una gran cantidad de calor, lo que supone un grave riesgo de quemaduras
para el usuario. Por ello, es importante comprobar que las lámparas se han enfriado
antes de manipularlas.
También se genera calor en la carcasa de la unidad de luz incidente durante el
funcionamiento. Esto también se indica mediante una señal de advertencia en la parte
posterior de la carcasa de la lámpara (véase la página 7). Se recomienda manipular
esta carcasa con cuidado durante su funcionamiento y dejarla enfriar antes de
embalarla o cubrirla con una funda protectora.
1.3 Almacenamiento
Evite exponer el aparato a la luz solar directa, a temperaturas altas o bajas, a golpes,
al polvo y a una humedad elevada.
El rango de temperatura adecuado es de 0 a 40° C y no debe superarse una humedad
relativa del 85%.
El aparato debe colocarse siempre sobre una superficie firme, lisa y horizontal.
Cuando el microscopio no esté en uso, es mejor cubrirlo con la tapa antipolvo que se
suministra. La fuente de alimentación debe ser desconectada en el interruptor principal
y el cable de alimentación debe ser retirado. Si se guardan los oculares por separado,
es imprescindible colocar las tapas protectoras en las tomas de los tubos. El polvo o
la suciedad en el interior de la óptica de un microscopio puede, en muchos casos,
provocar fallos o daños irreversibles.
Los accesorios compuestos por elementos ópticos, como los oculares y los objetivos,
se almacenan preferentemente en una caja de secado con desecante.
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