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BenQ FP882 Manual Del Usuario página 22

Monitor a color lcd, tamano del panel lcd 45,97cm

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Errores de pantalla
A. Errores de píxel
Los errores de píxel son, por desgracia, inevitables con los métodos de producción actuales, sobre
todo si se pretende fabricar pantallas a un precio económicamente razonable.
Una pantalla con una resolución de 1280x1024 puntos tiene, por tanto, 1.310.720 píxeles. Cada
píxel está formado por tres sub-píxeles correspondientes a los colores rojo, verde y azul, lo que
supone 3.932.160 transistores de control individuales. Es posible que durante la producción uno o
varios transistores resulten dañados, lo que originará errores de píxel, en los que un sub-píxel
concreto no se iluminará nunca o estará iluminado de forma permanente.
Si se aceptara el mismo índice de error que en el caso de la máscara de bandas, para la que se
interrumpen completamente dos líneas horizontales, se obtendría un índice de error de 2,6 %. Los
índices de error aceptados para las pantallas de cristal líquido son, sin embargo, bastante más bajos.
Por ejemplo, si se aceptara una tolerancia de tres errores de píxel permitidos por pantalla, se
obtendría un índice de error de 0,0038 por mil.
B
Imagen borrosa
.
Es posible que las imágenes aparezcan borrosas en las pantallas de cristal líquido, sobre todo, si se
ha especificado un valor que se aparta de la resolución nativa. Las pantallas se fabrican para una
resolución determinada, por lo que cualquier resolución inferior sólo se podrá mostrar
interpolada. Por ejemplo, si desea utilizar una resolución de 1024x768 en una pantalla con una
resolución nativa de 1280x1024, cada punto horizontal deberá mostrar 1,25 puntos de resolución.
Esto por supuesto no es posible, por lo que se calculan los valores intermedios y se distorsiona la
imagen original.
C. Multifrecuencia frente a Multiscan
Las pantallas de cristal líquido requieren un control digital y, dado que en la actualidad no existe
ningún estándar válido para dicho control, se tiende a utilizar de nuevo la conexión VGA estándar
por cuestiones de compatibilidad. Esto resulta ideal en el caso de los monitores, ya que requieren
una señal analógica.
En la tarjeta gráfica, se convierte la imagen creada digitalmente en el ordenador en una señal
analógica que, de este modo, controla directamente un monitor CRT. Sin embargo, si se utiliza la
señal analógica de la conexión VGA para una pantalla de cristal líquido digital, los transductores
situados en la entrada de la pantalla deberán convertir de nuevo las señales en digitales. Esto
ocasiona dos problemas:
1. Pérdidas de conversión:
La imagen no tendrá la misma calidad que se obtiene con el control digital directo. Esta
puede ser la razón de que sea necesario realizar los consiguientes ajustes cada dos
meses de forma regular. Estos ajustes se suelen realizar mediante la OSD o una función
automática.
2. Limitación a modos de funcionamiento específicos:
En la actualidad, un monitor CRT suele ser un monitor multiscan, lo que significa que se
puede utilizar dentro de los límites de su frecuencia vertical y horizontal, incluso en
modos no estándar. En contraposición, un monitor LCD es un monitor multifrecuencia,
lo que significa que sólo se garantiza su funcionamiento con determinados modos
(consulte la lista que aparece en la guía del usuario).
Guía del usuario del monitor LCD en color de Benq
Español 51

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