28.3
Cuidado y mantenimiento de
la piel
Para la limpieza regular de una piel totalmente
acabada, solo tiene que aspirarla y, a continuación,
tomar un paño suave y escurrirlo en una solución de
agua caliente y jabón.
Debe ser jabón suave, nunca detergente.
Frote la piel con movimientos circulares, teniendo
cuidado de que no se empape.
Repita la operación con agua limpia.
No intente nutrir la piel de ninguna forma.
En particular, el uso de abrillantadores en spray,
jabones para piel, ceras y los denominados nutrientes
para piel pueden generar una superficie pegajosa que
atrae la suciedad y, con el tiempo, provoca daños
irreversibles.
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