¿Cómo funcionan los radares?
Los radares de tráfico utilizan un haz de ondas de muy alta frecuencia
(microondas), que se concentran en ángulos muy estrechos para mejorar
la detección y su sensibilidad. En términos generales, se puede asemejar a
un haz de luz que se emite desde el cinemómetro (radar) y que rebota en el
vehículo. En función de la velocidad del vehículo, la onda rebotará de nuevo
al radar con características diferentes, pudiendo calcularse con exactitud
la velocidad a la que circulaba al pasar por el haz emitido.
La condición de "haz" imposibilita que tanto el radar pueda funcionar detrás
de peraltes, esquinas u otros elementos opacos a las ondas de radio como
metales.
Si se trata de radares de pórtico, debe saber que estos dispositivos son
capaces de deistinguir el carril del vehículo que se está midiendo.
La frecuencia de operación habitual es la conocida Banda Ka (desde 34
hasta 36 GHz). Esta frecuencia ha desplazado casi por completo a la
antigua Banda K, utilizada en otros usos civiles como puertas automáticas
y enlaces de alarmas.
Las potencias de emisión de los radares son extremadamente bajas, sobre
todo los de pórtico, por lo que su detección es más compleja.
Haz de radar
Haz visual de la cámara
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