Así que podría parecer que sería mejor utilizar una sonda de baja frecuencia en
cualquier caso, pero éstas son menos alineables (enfocadas) que las de alta
frecuencia. En consecuencia, un transductor de alta frecuencia sería una mejor opción
para detectar pequeñas depresiones o impurezas en el material.
Geometría de la sonda:
Las limitaciones físicas del entorno de medición determinan a veces la idoneidad de
la sonda para un objeto de prueba concreto. Algunos transductores son simplemente
demasiado grandes para ser utilizados en un entorno fijo.
Si la superficie disponible del transductor es limitada, se requiere un transductor con
un área de contacto pequeña. Si está midiendo una superficie curva, por ejemplo un
pared del cilindro de accionamiento, la superficie de contacto del transductor también
debe adaptarse a ello.
Temperatura del material:
Si las mediciones se realizan en superficies excepcionalmente calientes, se utilizan
transductores de alta temperatura. Están construidos de forma que puedan utilizarse
sin daños para materiales y técnicas especiales bajo altas temperaturas. Además, hay
que tener cuidado cuando se utiliza una "calibración a cero" o una "calibración a
espesor de material conocido" con un transductor de alta temperatura.
La selección del transductor adecuado suele ser un compromiso entre diferentes
influencias y características. A veces es necesario seleccionar varios transductores
diferentes, hasta encontrar el más adecuado para el objeto de prueba
correspondiente.
La sonda es la "pieza final '' del medidor.
Transmite y recibe ondas ultrasónicas, que el instrumento utiliza para medir el grosor
del material sometido a prueba. El transductor se conecta al manómetro mediante un
cable adaptador y dos conectores equidistantes. Cuando se utilizan transductores, la
conexión de los conectores es sencilla: la clavija encaja en el enchufe o en el propio
aparato.
El transductor debe utilizarse correctamente para obtener resultados de medición
precisos y fiables.
A continuación se describe brevemente uno de ellos, seguido de las instrucciones de
uso.
La figura superior representa la vista inferior de una sonda típica. Los dos semicírculos
son visibles, visiblemente divididos en el centro. Uno de los semicírculos dirige los
ultrasonidos hacia el material que se está midiendo y el otro dirige el eco de vuelta a
la sonda. Cuando el transductor se coloca sobre el material a medir, se sitúa
directamente bajo el centro del punto cuyo grosor se quiere medir.
La imagen de la derecha muestra la vista superior de un transductor.
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