Español
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Utilizar sólo bolsitas especiales para la congelación, papel de aluminio, película de
polietileno para uso alimentario y recipientes para congelar. No utilizar bolsas de papel,
bolsas de celofán no destinadas a uso alimentario ni bolsas de la compra o para
congelación ya utilizadas.
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Empaquetar los alimentos herméticamente, tratando de hacer salir por completo el aire.
En caso de utilizar bolsitas, cerrarlas con anillos especiales de goma e hilos plastificados.
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Enfriar siempre los alimentos calientes a temperatura ambiente antes de introducirlos en
el congelador y evitar que alimentos ya congelados entren en contacto con alimentos
frescos a congelar.
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Marcar siempre en los envases la fecha de congelación, el producto y su cantidad y
verificar que los alimentos estén frescos e íntegros.
Conservación de los alimentos congelados
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Al adquirir alimentos congelados es importante controlar siempre que el envase no esté
dañado, que la fecha de vencimiento del producto no haya sido superada y que el
termómetro del congelador en que están expuestos no indique una temperatura superior a
–18 °C. También se debe prestar atención a las indicaciones sobre temperatura, período de
conservación y modalidades de consumo que aparecen en los envases de los productos.
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Se aconseja además proteger los alimentos adquiridos utilizando contenedores térmicos
para el transporte, a fin de evitar descongelaciones incluso parciales. Un aumento de
temperatura podría reducir el tiempo de conservación y alterar la calidad de los productos.
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No adquirir alimentos congelados que estén excesivamente cubiertos con escarcha:
podrían haber sido ya descongelados.
Descongelación de los alimentos congelados
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Se aconseja consumir lo antes posible los alimentos que hayan sido parcialmente
descongelados. El frío conserva los alimentos, pero no destruye los microorganismos
activados después de la descongelación, los que pueden comenzar a deteriorar los
productos conservados. Si el olor y el aspecto de los alimentos descongelados no
presentan modificaciones es posible prepararlos mediante cocción y eventualmente
congelarlos una vez cocidos, después del enfriamiento.
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Para una correcta descongelación de los alimentos congelados, según cada tipo y uso, es
posible efectuar una descongelación a temperatura ambiente, o bien en el frigorífico, en el
horno eléctrico (en función estática o ventilada) o mediante la específica función del horno
microondas.
Preparación de cubitos de hielo
Llenar la respectiva cubeta en la medida de 2/3 con agua fría u otro líquido que se desee
congelar. Introducirla en el compartimiento congelador, verificando que su fondo esté seco
para evitar que pueda pegarse al piso del compartimiento mismo. Para desprender los cubitos
de hielo torcer ligeramente la cubeta o ponerla durante algunos segundos bajo el agua
corriente.
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