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Su primer detector de humo debe estar ubicado entre la zona de dormitorios y las fuentes más
probables de fuego (sala de estar, por ejemplo), pero no debe estar a más de 7,5 metros de
la puerta de cualquier habitación donde un fuego pueda iniciarse y bloquear su salida de la
vivienda.
Vivienda de varias plantas
Si su casa tiene más de un piso, al menos deberá instalar un detector en cada nivel (véase
la Figura 1). Preferiblemente, los detectores deben estar interconectados a fin de dar tiempo
suficiente a la notificación en toda la propiedad. Los módulos enchufables de radioenlace
son ideales en esta situación, ya que los detectores se interconectarán utilizando señales de
radiofrecuencia (RF), por lo que no se requiere cableado.
La Figura 1 ilustra dónde ubicar los detectores de calor y detectores de humo en una típica
casa de dos pisos. Tenga en cuenta las separaciones en las figuras 1 y 2 que garantizarán la
detección temprana de incendios y que se escuche el aviso.
Para obtener una mayor protección, localice los detectores de calor en habitaciones junto a
rutas de escape: cocinas, garajes, salas de calderas, etc., donde los detectores de humo no
son adecuados. Instálelos a una distancia máxima de 5,3 metros de fuentes potenciales de
incendio.
Vivienda de una sola planta
Si la vivienda es de una sola planta, deberá poner el primer detector de humo en un corredor
o pasillo entre las zonas de dormitorio y de estar. Colóquelo lo más cerca posible a la zona de
estar, pero asegúrese de que se pueda escuchar lo suficientemente alto en el dormitorio como
para despertar a alguien. Consulte la Figura 2 para un ejemplo de colocación.
En viviendas con más de un área de descanso, los detectores de humo deben colocarse entre
cada zona de dormitorio y la sala de estar, y se recomienda que se coloquen detectores de
calor en la cocina y el garaje.
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