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• preste atención a que cualquier cordón o parte de
tejido suelto, para que, no se enganchen en elementos
externos y no sean accesibles para el niño;
• comprobar periódicamente el estado térmico del
niño;
• comprobar periódicamente, y antes de cada uso, la
integridad del producto y de las piezas adicionales (las
anillas);
• comprobar periódicamente que los nudos, lazos,
velcros y cierres están correctamente colocados y
ajustados
• nuestro equilibrio puede verse afectado
negativamente por sus movimientos o los de su hijo.
• el riesgo de caídas aumenta a medida que el niño se
vuelve más activo;
• tenga cuidado al agacharse o inclinarse hacia
delante y/o hacia los lados;
• no utilice más de un portabebés a la vez.
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