El almacenaje y la manipulación del pellet, por parte del usuario, es también muy importante, ya que si no se hace
correctamente, podemos variar las características caloríficas (aumento de la humedad) y físicas (aumentar la
proporción de serrín) del combustible.
Si el combustible no viniese debidamente marcado, debería exigirse el correspondiente certificado.
Ante un pellet no identificado, o que por diversas circunstancias consideremos que ha podido cambiar de
características, podemos aplicar una serie de criterios para saber si es apto o no para su utilización, para lo cual
seguiremos los siguientes consejos:
EVITAR usar pellets de dimensiones diferentes a las indicadas.
EVITAR usar pellet demasiado duro o demasiado blando.
EVITAR usar pellet que muestren gránulos de colores no propios de la madera, o excesivamente oscuro.
EVITAR el empleo de combustible que contenga polvo de serrín mezclado, resinas o sustancias
químicas, aditivos o aglutinantes.
EVITAR usar combustible húmedo.
La elección de combustible no idóneo provoca:
-
Acumulación de combustible en el quemador
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Mala combustión
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Ensuciamiento del brasero y los conductos de evacuación humos,
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Aumento del consumo de combustible
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Disminución del rendimiento
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No garantiza el normal funcionamiento de la estufa
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Ensuciamiento del vidrio
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Producción de gránulos inquemados
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Necesidad de realizar más limpiezas y mantenimiento del equipo.
La presencia de humedad en el combustible aumenta el volumen de las cápsulas y las rompe, causando:
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Funcionamientos defectuosos del sistema de carga,
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Acumulación de combustible en el quemador
-
Mala combustión
El empleo de combustible no conforme a las indicaciones del fabricante puede perjudicar a la
estufa y comprometer sus prestaciones, dando lugar a la invalidación de la garantía y al fin de
la responsabilidad del fabricante sobre el producto.
4.3 AJUSTES DE USUARIO SEGÚN EL PELLET UTILIZADO
Con lo explicado en el apartado anterior queda claro que, al cambiar el combustible que utilizamos en la estufa, el
comportamiento de ésta puede ser diferente, y aunque la placa electrónica dispone de un sistema que se va
adaptando a los cambios de condiciones para conseguir siempre una buena combustión, conviene observar el
comportamiento de la estufa cada vez que empecemos una partida nueva de combustible.
La característica que más suele influir en la forma en que quema el pellet es el porcentaje de ceniza que deja al
quemar. Normalmente, a mayor porcentaje necesitará más cantidad de aire para poder realizar la combustión, e
incluso podría ser necesario reducir la cantidad de combustible aportado, si el pellet requiere más tiempo del
habitual para quemarse completamente.
También podría darse el caso contrario, aunque es menos habitual, de que el combustible aportado se queme
más rápidamente de lo normal.
Para ambos casos el usuario dispone, dentro de lo que llamamos "MENU USUARIO 1", de dos funciones que
reajustan la estufa para quemar lo mejor posible el pellet que esté utilizando en cada momento (ver apartados
"6.1.6- CALIBRACIÓN CARGA DE PELLETS" y "6.1.7- CALIBRACIÓN DE VENTILADOR").
Para poder establecer un criterio que ayude al usuario a elegir como utilizar estos ajustes, podemos aplicar los
criterios siguientes:
COD. 90200.00
Cuando se empiece una nueva partida de combustible es conveniente controlar el
funcionamiento de la estufa.
El combustible debe ser almacenado en un lugar seco, y se debe prestar particular atención a
la manipulación de los sacos
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10//2018