Si no se cuida y mantiene el producto en perfecto estado puede existir riesgo de accidente.
Un mantenimiento preventivo realizado con regularidad permite conservar la grúa en óptimas
condiciones de funcionamiento, así como detectar y solucionar a tiempo pequeños problemas que
podrían evolucionar en averías importantes. Con ello, no solo se mejora la seguridad del día a día sino
que, a la larga, se ahorra tiempo y dinero.
Nota: En caso de avería se debe recurrir a un taller especializado (ortopedia).
Recomendaciones generales
A continuación se indican algunas de las operaciones de mantenimiento y conservación más frecuentes
a realizar sobre la grúa:
Mantener limpia y en perfecto estado la grúa favorecerá sus prestaciones y presencia.
Es recomendable utilizar productos de mantenimiento como, por ejemplo, aceites lubricantes,
botes atomizadores, bayetas humedecidas con agua, etc. y productos no agresivos como
detergente neutro o alcohol.
No usar disolventes que puedan dañar el recubrimiento de la grúa.
Se recomienda engrasar periódicamente todas las partes de la grúa en las que hay movimiento, lo
que mejora su funcionamiento y evita posibles desgastes de las piezas por el uso diario.
Evite que se acumule suciedad en las partes móviles de la grúa.
No es conveniente emplear la grúa en recintos o lugares con un alto grado de humedad (cerca del
mar, piscinas cubiertas, etc.) o en ambientes corrosivos que puedan afectar a sus componentes.
No cargue las baterías de la grúa en un baño o ducha.
En la siguiente tabla se esquematiza un seguimiento adecuado sobre los elementos del producto junto a
la periodicidad reomendada:
ACCIONES A REALIZAR
Limpieza
Control del estado de apriete de tornillos, tuercas y pomos
Bloqueo de las patas
Estado de los frenos
Revisión de clips de seguridad
Inspección general
Presencia de grietas
Estado del arnés
9.- Reciclaje del producto
FRECUENCIA
Diariamente
Diariamente
Diariamente
Semanalmente
Semanalmente
Cada 6 meses
Mensualmente
Mensualmente