Con un uso regular, después de la inspección inicial y la prueba de funciones, la silla debe inspeccionarse y probarse
bimestralmente. Recomendamos inspecciones visuales en busca de desgaste, daños, sujetadores sueltos o faltantes y
otras cuestiones de seguridad. También es necesario realizar pruebas periódicas de las funciones de la silla. Si se
detecta una rotura, defecto o problema operacional, la silla debe repararse correctamente, inspeccionarse y probarse
en cuanto a su funcionamiento antes de utilizarla de nuevo.
La silla debe inspeccionarse y probarse con una frecuencia de cada uso si la silla se utiliza para:
1)
Residentes agresivos o inquietos.
2)
Residentes que tienen movimientos involuntarios.
3)
Residentes con un peso de más de 220 libras.
4)
En instalaciones con superficies disparejas o con pendientes.
5)
Cualquier persona no autorizada.
No utilice lubricantes que contengan solventes. Los solventes pueden perjudicar los componentes de goma de la
silla. De ser necesario, puede utilizar grasa o lubricantes de grado alimenticio en todos los componentes que se
deslizan.
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