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2.1 Adaptación del scalamobil al operador
Para un correcto y cómodo manejo debe colocarse el asidero [1] del scalamobil aproxi-
madamente a la altura de los hombros o pecho de la persona operadora. Por lo general,
esto lo efectúa su distribuidor especializado o bien un representante de la empresa
Alber al suministrar el scalamobil.
Si alguna vez fuese necesario efectuar una nueva modificación, proceda como sigue:
• Suelte la rueda de mano [8] en los lados izquierdo y derecho. Al mismo tiempo suje-
te la unidad de manejo para que ésta no salte involuntariamente hacia abajo.
• Empuje la unidad de manejo hacia arriba o hacia abajo a una posición que responda
aproximadamente a la altura de sus hombros (ver también el gráfico junto a estas
líneas).
• Vuelva a apretar suficientemente la rueda de mano [8] en ambos lados.
!
El manejo del scalamobil se realiza exclusivamente desde el lado tra-
sero del aparato (ver el gráfico). Bajo ningún concepto, el scalamobil
se debe poner en servicio desde delante o desde un lado.
!
Controle regularmente si los soportes ([34] y [35]) siguen bien ator-
nillados a la silla de ruedas. En caso de que las atornilladuras se hu-
bieran aflojado o incluso soltado, hágalas reapretar correctamente por
un distribuidor autorizado o un representante de la empresa Alber.
!
Al regular la altura de la unidad de manejo, preste atención a sus
manos y dedos. Podrían quedar aprisionados accidentalmente en los
tubos perfilados.
8
2.2 Adaptación del scalamobil a la escalera a transitar
1
Generalmente, los dos asideros [1] están centrados frente al scalamobil; la distancia
entre ellos es de aprox. 40 cm.
Sin embargo, los asideros se pueden ajustar individualmente como sigue:
• Tire de la palanca tensora izquierda o derecha [3] hacia arriba.
• A continuación, empuje el asidero izquierdo o derecho [1] a la posición deseada.
• Fije esta posición volviendo a introducir las palancas tensoras [3] completamente
en la carcasa.
!
Después de regular los asideros, compruebe su sujeción firme. No
se deben dejar regular automáticamente, sino únicamente una vez
que la alanca tensora [3] esté completamente desplegada.
3
Precaución al regular la posición de los asideros; existe
peligro de aplastamiento de los dedos.