INSPECCIONES
¡PELIGRO!
La bicicleta, como todos sus
componentes mecánicos, está ex-
puesta al desgaste y a una carga
elevada. Los diferentes materiales
y componentes pueden reaccio-
nar de forma distinta al desgaste
y al deterioro en función del uso.
Si se ha superado la duración de
uso prevista para un componente,
este puede fallar de repente y
posiblemente provocar daños al
ciclista. Cualquier tipo de grieta,
rayadura o alteración del color
en partes de la bicicleta someti-
das a un uso elevado pone de
manifiesto que la vida útil de ese
componente ha terminado; el
componente debería ser susti-
tuido.
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Tras la fase de rodaje, debería llevar su E-Bike
a inspecciones de mantenimiento en interva-
los regulares.
La tabla que se muestra en las páginas
48 – 50 presenta unos intervalos de referen-
cia pensados para ciclistas que hacen entre
1.000 y 2.000 km al año.
Si circula mucho por carreteras en mal es-
tado, dichos intervalos deben acortarse, igual
que si suele circular a menudo bajo la lluvia o
con un clima húmedo.
¡ATENCIÓN!
Por su propia seguridad, lleve su
E-Bike al distribuidor para que
realice la primera inspección tras
200 – 400 km o como máximo des-
pués de los tres primeros meses.