Información
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» El propietario, o bien, el batelero del yate está obligado a cerciorarse de que las dimensiones de los cabos
de amarre, de los cabos de remolque, de las cadenas del ancla y del aparejo del ancla sean suficientes
para el tamaño del yate. Es además su obligación ocuparse de que las anclas y las cadenas correspon-
dientes estén siempre listas para usarlas y de que se encuentre a bordo una cantidad suficiente de cabos
de amarre y de remolque y que estén en buen estado. El propietario y el skipper también deberán tener en
cuenta las medidas que se deberán adoptar para amarrar uno o varios cabos de remolque.
» Según la norma EN ISO 15084, la carga de rotura de las amarras antes de anclar y remolcar es de 44,5
kN. Este valor equivale a una tracción horizontal de aprox. 4536 kg.
» La carga de rotura de las amarras de popa al amarrar es de 31,1 kN. Este valor equivale a una tracción
horizontal de aprox. 3170 kg.
» Si carga el cabrestante de ancla, instalado de forma opcional, con todo el peso del yate se puede de-
teriorar el cabrestante. Por esta razón es necesario, utilizar adicionalmente la cadena en un amarre
independiente y descargar así el cabrestante.
Atención
» Tenga en cuenta que si el fondo de anclaje no es bueno y/o las condiciones meteorológicas son males,
hay oleaje y hace viento fuerte, el anclas posiblemente se puede soltar. Entonces deberá adoptar me-
didas especiales para incrementar la fuerza de sujeción o abandonar el lugar de anclaje.
Atención
» Para remolcar también se puede utilizar un cabo de ancla. Sin embargo, resulta más adecuado em-
plear un cabo de remolque especial con un espesor por lo menos igual, atracado como pie de gallo en
las dos cornamusas delanteras. Si la carga es de mayor duración, es conveniente pasar el cabo de
remolque en forma de lazo por el casco para distribuir las fuerzas sobre la nave de manera uniforme.
La barandilla, el cabrestante de ancla o la cesta de proa son objetos absolutamente inadecuados
para atar en ellos el cabo de remolque.
» El cabo de remolque deberá emplearse de tal manera que sea posible soltarlo, incluso estando bajo
carga.
» ¡Evite que se produzca desgaste por roce! Proteja las amarras contra desgaste por roce y evite que
se suelten de forma no intencional cuando la nave está sin vigilancia durante un tiempo prolongado.
» La carga de rotura de los cabos y las cadenas de ancla no deberá ser superior al 80 % de la resis-
tencia a la rotura de los herrajes, en los que se sujeta el cabo o la cadena.
» Realizar el remolque solo a velocidades muy reducidas. A la hora de remolcar, no sobrepase nunca la
velocidad de casco del vehículo.
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Navegación y manipulación