Lámparas Halógenas
La base física de este fenómeno es el hecho de que los objetos calentados emiten radiación
electromagnética. En el caso de las lámparas halógenas (la fuente de luz más comúnmente
utilizada para la polimerización de materiales dentales), la luz es producida por una corriente
eléctrica que fluye a través de un filamento de tungsteno extremadamente delgado. Debido a
que el filamento actúa como una resistencia, el paso de la corriente produce calor. Un
filamento el cual es calentado hasta aproximadamente 100 °C emite energía de calor en la
forma de radiación infrarroja (longitud de onda larga). Cuando la temperatura es aumentada
entre 2000 y 3000 °C, una porción significativa de la radiación es emitida en el espectro de
luz visible (longitud de onda corta).
La ley de Wien describe el cambio en el color de la luz el cual se produce por el aumento de
la temperatura. El incremento gradual en la temperatura aumenta la porción de intensidad en
la aún corta longitud de onda de radiación, incluyendo la longitud de onda en el rango de luz
azul.
Por ello, al aumentar el calor, un objeto que se encuentra al rojo-vivo se torna
incandescente. Para proveer de la luz azul la cual es necesaria para la polimerización, las
lámparas halógenas deben ser calentadas a muy altas temperaturas. Consecuentemente, la
producción preferencial de la luz azul no es posible de lograr con este tipo de tecnología.
Los beneficios y retrocesos de las lámparas halógenas se muestran en la tabla 1.
Beneficios
Tabla 1
Tecnología de bajo costo
Beneficios y
Mayor historia en la industria
retrocesos de
dental
las lámparas
halógenas
Las lámparas halógenas emiten un rango amplio de longitud de onda cubriendo un gran
parte del espectro, y por esto son análogos en relación a un radiador de Planck. Su emisión
colectiva resulta en la producción de luz blanca. En el orden de producir luz en un color
específico, las porciones indeseables del espectro deben ser filtradas. Como resultado, la
porción más larga del poder de radiación de esta fuente de luz es desperdiciada.
El retroceso principal de las lámparas halógenas es la necesidad de superar el desperdicio
de calor producido durante el amplio espectro de producción de luz. Adicionalmente, debido
a la necesidad de enfriamiento por aire producido por un ventilador a través de hendeduras
presentes en el chasis de la lámpara, la desinfección de la pieza de mano es un asunto
comprometedor.
Otro retroceso en las lámparas de luz halógenas es que el bulbo, el reflector y el filtro pueden
degradarse con el paso del tiempo, interfiriendo con el poder en el rango de salida de la
unidad de luz y contribuyendo a la afección del bulbo. El reflector de la lámpara puede perder
sus propiedades reflexivas por la pérdida del material reflexivo, o por la deposición de
impurezas sobre la superficie. Los recubrimientos de los filtros pueden verse picados,
astillados o escamado, además de que los filtros por si solos pueden sufrir de crack o
roturas. La pérdida de estas propiedades típicamente reduce el rango de salida de luz.
Retrocesos
Baja eficiencia
Vida corta de servicio
Altas temperaturas (la lámpara es enfriada por un
ventilador)
El espectro continuo debe ser reducido por sistemas de
filtros
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