Para insular el sensor con orientación vertical, escarbe un hoyo de acceso a la
profundidad deseada. Esto puede hacerse con una barrena o una pala. Si ha
escarbado un hoyo profundo con una pala, el sensor puede instalarse de manera
similar a la instalación de superficie y rellenar el hoyo.
En caso de utilizar una barrena, se recomienda que el hoyo tenga un ángulo
ligero. Esto reducirá el efecto de que el agua baje por la perforación siguiendo el
cable del sensor. Una pieza de tubo PVC de ½" cédula 40 funciona muy bien
como herramienta de inserción ya que la moldura del sensor tiene un ancho de
7/8". En general, no se recomienda empujar el sensor directamente en el suelo
nativo, especialmente en suelos secos, altamente arcillosos o con grava o
pedregosos.
En lugar de esto, es mejor escarbar algo de suelo, quitarle las
piedras, desmoronarlo y regresarlo al agujero, apisone solo lo suficiente para
poder utilizar la herramienta de inserción para insertar el SMEC 300 en el suelo.
Se recomienda marcar el tubo de PVC con líneas de profundidad para
asegurarnos que el sensor estará completamente rodeado de suelo apisonado y
que está a la profundidad deseada. El agujero de acceso debe entonces ser
rellenado con el suelo nativo y apisonado para eliminar bolsas de aire que puedan
llenarse de aire o que afecten la lectura del sensor.