Como consecuencia de la aplicación de esta técnica se logra una piel, sana, suave
luminosa y uniforme. En caso de necesidad, es posible maquillarse después del
tratamiento, también es posible percibir descamación o sequedad un día o dos después
de la aplicación, también es frecuente la sensación de tirantez y ardor luego del
procedimiento. Para el cuidado y eliminación de estas sensaciones desagradable, se
recomiendan compresas de té frio o manzanilla o alguna crema o emulsión con caléndula
las cuales se aplican para suavizar la piel.
Su número depende de la condición de la piel. Normalmente son 5 sesiones de una vez
por semana o cada 10 días, luego dejar descansar un mes y volver a repetir para lograr un
efecto duradero. Este proceso puede repetirse 2 veces por año o cada cambio de
estación.
Previamente a la aplicación limpiar la piel con emulsión no oleosa, alcohol o
acetona.
Esterilizar las fresas con una solución de cloruro de belzanconio o alcohol etílico.
En las primeras sensaciones utilizar puntas o fresas de 50 micrones y bajo nivel
de presión de succión y aumentar gradualmente en las próximas sesiones.
Se recomienda al operador usar guantes.
Al finalizar la sesión, colocar loción desinfectante, algún principio activo indicado
para el tratamiento y no olvidar la pantalla solar de por lo menos factor 15 e
indicarle al paciente su uso y colocación los días siguientes.
Recomendar evitar el rascado.
7.0 - CANTIDAD Y FRECUENCIA DE LAS SESIONES
8.0 - RECOMENDACIONES PARA EL USUARIO
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