depósito, además de consumirá el combustible del sistema de alimentación, en
este caso podría salir humo a través del depósito de combustible ya que además
disminuirá el nivel de combustible en el crisol.
V MANTENIMIENTO
A menudo, el combustible que se quema
en la caldera no está perfectamente seco,
y tiene un porcentaje de humedad en el
interior. Esto implica la creación de una
sustancia, creosota, que se deposita
sobre las paredes interiores de la caldera
y en los del haz de tubos, disminuyendo
la eficiencia de intercambio de calor.
Para mantener un funcionamiento óptimo en el tiempo, es necesario llevar a cabo
un mantenimiento periódico, la realización de las inspecciones semanales y
apertura de la puerta delantera, para comprobar el estado interno de la caldera.
Reglas generales
El mantenimiento debe llevarse a cabo con la caldera fría, esto es para
evitar posibles quemaduras y para evitar el choque térmico de la caldera.
Antes de comenzar, desconecte la fuente de alimentación del cuadro.
Para la limpieza de los paneles, utilice un paño húmedo y si es necesario
un detergente no abrasivo, con el fin de no rayarlo.
Limpieza y mantenimiento
Los intervalos de limpieza son orientativos y pueden reducirse o aumentarse
dependiendo de la calidad del combustible y las condiciones de funcionamiento
(Por ejemplo, muchos encendidos y apagados).
Semanalmente, o cuando sea necesario:
Limpieza del haz de tubos (con el cepillo proporcionado) y la cámara de
combustión
Limpieza de la cámara de recogida de cenizas, situado en la parte trasera
de la caldera, en la salida de humos. Esto es accesible a través de la
trampilla de inspección
Limpieza de los orificios del quemador de hierro fundido, para dejarlos libres
al paso de aire de combustión.
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