seguimientos durante 10 años o más para proporcionar respuestas sobre algunos de
los efectos para la salud, como por ejemplo el cáncer. Ello se debe a que el intervalo
que hay entre la exposición al agente causante del cáncer y el momento en que se
desarrollan los tumores, si lo hacen, puede extenderse durante muchos, muchos
años. La interpretación de los estudios epidemiológicos se ve obstaculizada por las
dificultades que presenta la medición de la exposición real a la RF durante el uso
cotidiano de los teléfonos inalámbricos. Son muchos los factores que afectan esta
medición, por ejemplo, el ángulo en que se sostiene el teléfono o el modelo de
teléfono que se usa.
¿Qué medidas puedo tomar para reducir mi exposición a la energía de radiofrecuencia
del teléfono inalámbrico?
Si hay algún riesgo provocado por estos productos, lo cual a esta altura no se sabe
con certeza, es probablemente muy pequeño. Pero si le preocupa evitar los posibles
riesgos, puede tomar algunas medidas sencillas para minimizar su exposición a la
energía de radiofrecuencia (RF). Dado que el tiempo es un factor clave para la
cantidad de exposición que tiene una persona, la reducción del tiempo que se usa un
teléfono inalámbrico reducirá la exposición a la RF.
Si tiene que realizar conversaciones prolongadas por teléfono inalámbrico todos los
días, puede poner más distancia entre el cuerpo y la fuente de RF, dado que el nivel
de exposición disminuye drásticamente con la distancia. Por ejemplo, podría usar un
auricular y poner el teléfono inalámbrico lejos del cuerpo, o bien, usar el teléfono
inalámbrico conectado a una antena remota.
Se reitera el hecho de que los datos científicos no demuestran que los teléfonos
inalámbricos son perjudiciales. Pero si le preocupa la exposición a la RF de estos
productos, puede recurrir a medidas como las antes mencionadas para reducir tal
exposición producto del uso de teléfonos inalámbricos.
¿Qué sucede en el caso de los niños que usan teléfonos inalámbricos?
Las pruebas científicas no demuestran que haya peligro alguno para los usuarios de
teléfonos inalámbricos, incluso niños y adolescentes. Si desea tomar medidas para
reducir la exposición a la energía de radiofrecuencia (RF), lo que se describió antes
correspondería también al caso de niños y adolescentes que usen teléfonos
inalámbricos. La reducción del tiempo de uso del teléfono inalámbrico y el aumento
de la distancia que hay entre el usuario y la fuente de RF reducirá la exposición a
la RF.
Algunos grupos patrocinados por otros gobiernos nacionales han aconsejado que se
recomiende a los niños no usar teléfonos inalámbricos. Por ejemplo, el gobierno del
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