9. ¿Qué precauciones se pueden tomar para reducir mi exposición a la energía
de radiofrecuencia de mi teléfono inalámbrico?
Si existe un riesgo proveniente de estos productos –y en este punto no sabemos
que lo haya- es probablemente muy pequeño. Pero si a usted le preocupa el
evitar aún riesgos potenciales, usted puede tomar unos cuantos pasos sencillos
para minimizar su exposición a la energía de radiofrecuencia (RF). Ya que el
tiempo es un factor clave en cuánta exposición recibe una persona, el reducir el
tiempo de uso del teléfono inalámbrico reducirá la exposición a RF.
Si usted debe conducir conversaciones extensas por teléfono inalámbrico todos
los días, puede usted poner más distancia entre su cuerpo y la fuente de RF, ya
que nivel de exposición baja dramáticamente con la distancia.
Por ejemplo, usted puede utilizar un audífono y cargar el teléfono inalámbrico
lejos de su cuerpo o utilice un teléfono inalámbrico conectado a una antena
remota. Una vez más, los datos científicos no demuestran que los teléfonos
inalámbricos son perjudiciales. Pero si a usted le preocupa la exposición de RF de
estos productos, puede tomar medidas como las descritas anteriormente para
reducir su exposición a RF del uso del teléfono inalámbrico.
10. ¿Y qué de los niños que utilizan teléfonos inalámbricos?
La evidencia científica no muestra un peligro a usuarios de teléfonos
inalámbricos, incluyendo a niños y adolescentes. Si quiere tomar precauciones
para reducir la exposición a la energía de radiofrecuencia (RF), las medidas
descritas arriban también aplican a niños y adolescentes que utilizan
teléfonos inalámbricos. El reducir el tiempo de uso del teléfono inalámbrico e
incrementando la distancia entre el use y la fuente de RF reducirá la exposición
a RF. Algunos grupos patrocinados por otros gobiernos nacionales, desalientan
el uso de teléfonos inalámbricos por los niños del todo. Por ejemplo, el gobierno
del Reino Unido distribuye panfletos que contienen tal recomendación en
Diciembre del 2000. Ellos observaron que no existe evidencia de que el uso
de un teléfono inalámbrico sea la causa de tumores cerebrales y otras causas
de enfermedad. Su recomendación de limitar el uso a niños fue estrictamente
precautoria, no estaba basada en evidencia científica de que existe algún peligro
a la salud.
Apéndice 183