Conceptos
generales
Limpieza de los
bobinados
Secado de los
bobinados
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Limpieza
El factor más importante del mantenimiento
preventivo es que todo esté limpio. Tanto la
máquina en sí como sus alrededores deben
mantenerse libres de polvo, aceite u otros cuer-
La suciedad acumulada en las superfi cies aisladas
abiertas debe ser eliminada. Esto es especialmente
importante al volver a barnizar los bobinados, dado
que una nueva capa de barniz retendrá cualquier res-
to de suciedad debajo de la capa nueva.
Si la suciedad está seca y es fácil de eliminar, la lim-
pieza puede realizarse por soplado o aspiración. Se
recomienda la aspiración, ya que el soplado tiende a
dispersar la suciedad o a penetrar más en las capas
de aislamiento.
La limpieza con un trapo se utiliza cuando no es
posible limpiar por pulverización. Las superfi cies de
fácil acceso se limpian con un trapo húmedo con
detergente.
Para las zonas estrechas de los bobinados, puede
ser más efi caz utilizar un cepillo especial. La baja
resistencia de aislamiento se debe normalmente a la
suciedad acumulada en las superfi cies aisladas que
se deben limpiar con cuidado.
La limpieza por pulverización se realiza con un pul-
Atención
Utilice exclusivamente detergentes especiales para lavar bobinados en máquinas eléctricas que no da-
ñen la superfi cie de los bobinados ni el aislamiento.
Los bobinados se deben secar después del lava-
do, o si se humedecen durante el funcionamiento
o una parada de la máquina. El secado en un hor-
no con buena ventilación es la técnica más efi caz.
Pero no suele ser posible realizarlo en el lugar de
funcionamiento del motor. Por tanto, es necesario
utilizar un soplador de aire caliente o un elemento
de calefacción.
Es fundamental que haya una buena ventilación
con aire fresco, independientemente del método
de calefacción que se utilice.
Si se ha lavado el motor o está muy húmedo, hay
que desmontarlo y secar los bobinados en un
horno.
Durante el secado en el horno, se debe controlar
el incremento de temperatura y la temperatura
pos que puedan provenir del equipo accionado
o que puedan penetrar a través de las aberturas
de ventilación, etc.
verizador de alta presión sin aire o un pulverizador
convencional. El pulverizador de alta presión es el
método más efi caz para eliminar la suciedad. El
detergente utilizado debe eliminar la suciedad sin
ablandar ni dañar el aislamiento. Evite utilizar una
gran cantidad de detergente.
Se puede realizar un lavado por inmersión si el de-
tergente no atenúa o daña el aislamiento. Como este
tipo de lavado no elimina la suciedad de forma me-
cánica, es preciso utilizar un limpiador y pulidor muy
efi caz. Puede que sea necesario un largo periodo de
inmersión.
Un lavado con agua implica aclarar con agua para
evitar que los detergentes penetren en lugares donde
no pueden ser eliminados. Si es necesario, el lava-
do con agua se realiza siguiendo las instrucciones
anteriores sobre limpieza con un trapo, limpieza por
aspersión o limpieza por inmersión. Después del
lavado, aclare los bobinados varias veces con agua
limpia. Se recomienda utilizar agua destilada o de-
sionizada para el último aclarado.
máxima. La temperatura del horno debe ser de 90
°C durante 12-16 horas y, a continuación, de 105
°C durante 6-8 horas. El incremento de la tempe-
ratura de los bobinados no debe superar los 5 °C
por hora, y la temperatura fi nal no debe ser supe-
rior a 105 °C. Se debe garantizar una buena venti-
lación para poder eliminar totalmente la humedad.
Después del secado de los bobinados se deben
realizar ensayos de la resistencia de aislamiento.
Al comienzo del tratamiento de secado, la resis-
tencia de aislamiento baja debido al aumento de
la temperatura. A medida que el secado avanza,
la resistencia de aislamiento aumenta hasta que
alcanza un valor máximo. El valor mínimo de re-
sistencia de aislamiento se indica en el capítulo
"Resistencia de aislamiento".