No usar como combustible maderas que provengan del mar. Las sales
contenidas en ella reaccionan en la combustión liberando ácidos que atacan al hierro y
el acero.
Con cada cocina se entrega un juego de útiles de hogar, compuesto de un
gancho para remover el hogar y manejo de arandelas, así como de una rasqueta para
la limpieza del cenicero y del conducto de humos a través de la puerta de registro de
hollín.
Antes de encender la cocina debe comprobar que el conducto de humos esté
perfectamente limpio, para obtener un buen tiro.
Al encender la cocina cierre la puerta de leña, abra la válvula de aire primario
situada en la puerta de cenicero, y si fuera necesario esta última puerta.
Si por estar fría la chimenea el tiro fuese deficiente, puede activarse
introduciendo papeles encendidos por el registro de limpieza situado en la pared, por
encima de la cocina.
Una vez encendido, regule el tiro de su cocina por medio de la válvula de aire
primario situada en la puerta de cenicero y leña, teniendo siempre en cuenta que un tiro
demasiado abierto, además de originar un consumo mayor de carbón o leña, hace que
la placa encimera alcance una temperatura excesiva. La encimera no debe ponerse
nunca al rojo.
La carga de combustible no debe superar el 50% de la capacidad del hogar, ni
dejar la puerta de leña o cenicero abierta.
No arrimar la leña o carbón a la puerta de carga, para evitar deterioros en el
esmalte del frente.
La limpieza debe hacerse preferentemente cuando la cocina esté fría,
empleando para las partes esmaltadas agua ligeramente jabonosa y paños húmedos.
Evitar la utilización de detergentes fuertes, componentes ácidos o abrasivos, o
cualquier otro producto que pudiera dañar al esmalte. El esmalte una vez deteriorado
no se puede recuperar.
V.- INSTRUCCIONES DE MANEJO
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