Limpieza, Esterilización Y Mantenimiento; Uso Del Sacaleche - Chicco 2825 Manual Del Usuario

Antes de utilizar el sacaleche por primera vez, desembale, lave y esterilice
todas las partes del mismo, excepto la bomba de aspiración (1) y la válvula
libera presión (2), como está indicado en el apartado LIMPIEZA, ESTERILIZA-
CIÓN Y MANTENIMIENTO.
LIMPIEZA, ESTERILIZACIÓN Y MANTENIMIENTO
Antes de comenzar con la extracción de la leche, esterilice todos los compo-
nentes, excepto la bomba de aspiración (1) y la válvula libera presión (2). Pue-
de hacerlo en frío, mediante líquidos esterilizantes y/o en caliente (vapor),
mediante los aparatos correspondientes, o mediante hervido.
Para limpiar la bomba de aspiración y la válvula libera presión utilice una
esponjita humedecida en agua (si fuera necesario, agregue una gota de de-
tergente común para vajillas) y séquelas con un paño suave.
Guardar todo en un lugar limpio y seco al reparo de la luz y de fuentes de
calor.

USO DEL SACALECHE

• Incorporar la guarnición en silicona (6) en la copa (4).
• Enroscar la copa (4) en la botella (8), comprobando que la guarnición en
silicona (6) esté colocada correctamente.
• Introduzca una extremidad del tubo (3) en la campana (4) y la otra en la
válvula (2).
• Introduzca la válvula en la bomba de aspiración (1).
• Lávese bien las manos e higienice el seno con las toallitas Lactancia Segura
Chicco.
• Apoye el aplicador del sacaleche al seno y adhiéralo bien.
• Inclínese levemente hacia adelante para seguir el flujo de la leche.
• Apriete delicada e intermitentemente la bomba de aspiración (1).
• Si la tracción es muy fuerte, puede regularla apretando el botón que se
encuentra sobre la válvula (2).
• Puede alternar la extracción de la leche de ambas mamas hasta que éstas
parezcan completamente vacías.
• Para dar la leche al niño en el momento, aplique la rosca (5) a la botella (7) y
a la tetina Fisiológica Chicco (6). Así tendrá un biberón listo para usar.
• Cerrando la botella con la práctica tapa hermética (9), es posible conservar
la leche en el frigorífico (máximo 72 horas) o en el congelador (máximo 3
meses) preservando sus principios nutritivos.