Si tiene problemas para introducir el audífono, utilice la
otra mano para tirar suavemente del lóbulo de la oreja
hacia abajo. Así, el conducto auditivo se abre un poco
más y puede girar el molde del oído gradualmente hasta
que se adapte correctamente.
Compruebe la adaptación pasando los dedos sobre la
cavidad del oído. Sabrá que está correctamente
adaptado si, al hacer eso, sienta el contorno de la
cavidad del oído y no el audífono (ilustr. 5f). Los
primeros días, utilice un espejo para comprobarlo.
ilustr. 5f
Ya ha introducido correctamente el audífono derecho.
Introduzca ahora el audífono izquierdo del mismo modo
(marcado en azul, véase paso 5.1).
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