El sensor de cloro es un sensor especial para medir la concentración de cloro libre en las aguas que contienen
ácido isocianúrico. Además este sensor presenta una baja dependencia del pH del agua.
El electrolito puede salir por el orificio de purga [6] cuando se manipula el cabezal de la
membrana [9]. Al tratarse de un líquido agresivo se recomienda utilizar guantes y gafas
de protección. En caso de contacto con la piel o los ojos lavar abundantemente con agua
la zona afectada.
1. Desenroscar el cabezal de la membrana [9] del sensor. Colocar el cabezal de la membrana sobre una base limpia. Llenar completamente el cabezal
de la membrana con el electrolito EEC1/GEL evitando que se formen burbujas (Fig. 12-1).
2. Levantar la cubierta transparente (Fig. 12-2) [7] del orificio de purga [6] usando un pequeño destornillador o herramienta similar y desplazarla a un
lado. Esto deja el orificio de purga [6] al aire. Mantener vertical el cabezal y enroscarlo firmemente y por completo sobre el cuerpo del sensor, teniendo
cuidado con el exceso de electrolito que pudiese salir por el orificio de purga [6]. Volver a poner la cubierta transparente [7] en su sitio, tapando el
orificio de purga [6].
3. La junta [3] causa una resistencia inicial al empezar a enroscar lo cual garantiza la estanqueidad. El cabezal de la membrana [9] tiene que
enroscarse, hasta que se junte con el cuerpo del sensor [1]. Cuando el cabezal [9] esté completamente enroscado, el electrodo [5] no puede golpear la
membrana [8]. Esto dañaría la membrana y la haría inservible.