En caso de mantenimiento por parte del usuario, se debe desmontar, limpiar y llevar a cabo el mantenimiento
del aspirador, siempre y cuando esto pueda realizarse sin riesgos para el personal de mantenimiento y para
terceros. Las medidas de precaución idóneas incluyen la descontaminación antes del desmontaje, las
medidas necesarias para una ventilación forzada y filtrada del local en el cual se desmonta el aparato, la
limpieza de la zona de mantenimiento y los equipos de protección individual adecuados.
Por lo menos, una vez cada tres meses (o con mayor frecuencia, según el ciclo de trabajo y las condiciones
de uso), el productor o el personal cualificado debe efectuar un control de los filtros, comprobar que los mismos
no estén dañados y, además, debe controlar la hermeticidad del sistema de aire.
Cuando se realicen trabajos de mantenimiento o reparación, todos los objetos contaminados que no puedan
limpiarse de manera satisfactoria deben colocarse en bolsas impermeables y eliminarse de acuerdo con las
leyes vigentes.
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