¿Cómo fue posible?
„Layer 3" es una acertada combinación de compresión y reducción de datos. Esto significa
que por una parte se comprimen los datos digitales (en el PC se conoce este proceso por
ejemplo al pasar datos a archivos comprimidos tipo .ZIP). En el proceso de compresión se
buscan cadenas de signos (o más precisamente: regularidades) que se repiten dentro del
archivo. Ahora, para ahorrar espacio, en el archivo comprimido estas secuencias sólo se
guardan una vez y se les provee de una indicación de los sitios en que deben aparecer. Esto de
por sí ya puede ahorrar bastante espacio y tiene la ventaja de que el archivo, una vez
„descomprimido", vuelve a ser el mismo de antes.
Sin embargo, para obtener un factor 1:11 o incluso mayor, se requiere otro „proceso de
encogimiento" – la reducción de datos. Como el nombre ya permite suponer, aquí realmente
se reducen los datos, o sea que por detrás sale algo distinto a lo que entró por delante.
Ateniéndonos al lema de un conocido político „Lo importante es lo que sale por detrás",
miraremos de cerca este proceso:
La reducción de datos utilizada en la mencionada especificación MPEG está basada en
algoritmos que eliminan señales de sonido difícilmente perceptibles para el oído humano. Las
investigaciones demostraron p. ej. que el oído (sistema auditivo y cerebro) no percibe, o
percibe sólo con dificultad, los sonidos muy suaves que se presentan inmediatamente
después (a las pocas milésimas de segundo) de una señal muy fuerte. Cuando estos sonidos
además se encuentran fuera del espectro de la frecuencia en la cual normalmente se percibe el
habla, resulta aún más difícil registrarlos – el hombre reacciona más fácilmente a los sonidos
emitidos por su especie que a otros sonidos.
Filtrando y eliminando estas señales al codificar un archivo, su tamaño se puede reducir
bastante más. Hay que admitir que las señales realmente „superfluas" se pierden. Esto no
tiene por qué ser grave – si no Ud. no se habría decidido por la compra del m3po. En la
mencionada reducción a un onceavo del tamaño original (128kBit/s), una „diferencia con el
CD" puede ser audible para el no profesional en algunos títulos musicales – aunque no
necesariamente se plantee esta cuestión de la calidad. A fin de cuentas, el .MP3 no fue
desarrollado para competir con el CD, sino para ofrecer una alternativa de conservación. Y ésta
si que la ofrece, de modo que su utilidad está en el primer plano.
50
m3po