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Es posible que los dispositivos de advertencia de alarma, como las sirenas, timbres o bocinas, no alerten a las personas ni despierten a las
personas dormidas si están ubicados al otro lado de puertas cerradas o parcialmente abiertas. Si los dispositivos de advertencia se ubican en un
nivel diferente de la residencia desde los dormitorios, es menos probable que despierten o alerten a las personas dentro de los dormitorios.
Incluso, es posible que las personas que están despiertas no escuchen la advertencia si la alarma es amortiguada por el sonido de un equipo
estéreo, una radio, acondicionador de aire
u otro electrodoméstico, o por el tránsito presente. Finalmente, es posible que los dispositivos de advertencia de alarma, por muy alto que sean, no
adviertan a personas con problemas de audición.
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Las líneas telefónicas necesarias para transmitir las señales de alarma desde un recinto hasta una estación central de supervisión pueden estar
fuera de servicio o temporalmente fuera de servicio. Las líneas telefónicas también están sujetas a riesgos por parte de intrusos avezados.
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No obstante, aunque el sistema responde a la emergencia como se espera, puede que los ocupantes no tengan el tiempo suficiente para
protegerse ante la situación de emergencia. En el caso de un sistema de alarma supervisado, es posible que las autoridades no respondan de
manera adecuada.
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Este equipo, al igual que otros dispositivos eléctricos, está sujeto a fallas en los componentes. A pesar de que este equipo se diseñó para durar
aproximadamente 10 años, los componentes electrónicos podrían fallar en cualquier momento.
Un mantenimiento inadecuado es la causa más común de que un sistema de alarma no funcione cuando ocurre una intrusión
o incendio. Este sistema de alarma debe probarse semanalmente para asegurarse de que los sensores y transmisores funcionen correctamente.
También, se debe probar el teclado de seguridad (y el teclado remoto).
Los transmisores inalámbricos (usados en algunos sistemas) están diseñados para entregar una vida útil prolongada de la batería bajo condiciones de
operación normales. La duración de las baterías puede ser de 4 a 7 años, según el entorno, el uso y el dispositivo inalámbrico específico que se usa.
Los factores externos como la humedad, las temperaturas altas o bajas, además de grandes oscilaciones en la temperatura, pueden reducir la vida útil
real de la batería en una instalación determinada. No obstante, este sistema inalámbrico puede identificar una situación de batería baja cierta, lo que da
tiempo para planificar el cambio de la batería y mantener la protección para ese determinado punto en el sistema.
La instalación de un sistema de alarma puede hacer que el propietario sea elegible para obtener un precio menor del seguro, pero un sistema de
alarma no reemplaza a un seguro. Los propietarios de una vivienda, dueños de propiedades y arrendadores deben seguir actuando prudentemente y
seguir asegurando sus vidas y la propiedad.
Nosotros continuamos desarrollando dispositivos de protección nuevos y mejores. El conocimiento que tienen los usuarios sobre estos desarrollos se
debe a ellos mismos y a sus seres queridos.
LIMITACIONES DE ESTE SISTEMA DE ALARMA
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