que el período promedio de uso del teléfono en estos
estudios fue de aproximadamente tres años.
¿Qué tipo de investigación se necesita para
decidir si exponerse a la radiofrecuencia de
teléfonos móviles representa un peligro para la
salud?
Una combinación de estudios de laboratorio y estudios
epidemiológicos de personas que utilizan teléfonos
móviles proporcionaría algunos de los datos
necesarios. En pocos años podría estudiarse la
exposición en animales durante toda su vida. Sin
embargo, se necesitarían grandes cantidades de
animales para suministrar prueba confiable de la
existencia de efectos cancerígenos, si es que los hay.
Los estudios epidemiológicos podrían suministrar
datos que pueden aplicarse directamente a las
poblaciones humanas, pero para resolver las dudas
sobre ciertos efectos para la salud, como cáncer,
podrían necesitarse diez años o más de seguimiento.
Esto se debe a que el intervalo entre cuando sucede la
exposición a un agente cancerígeno y cuando aparecen
los tumores -si es que aparecen- podría ser de muchos,
muchos años. La interpretación de estudios
epidemiológicos se ve obstaculizada por los problemas
para medir la exposición real a la radiofrecuencia
durante el uso cotidiano de los teléfonos móviles. Son
muchos los factores que afectan esta medición, como
el ángulo en que se sostiene el teléfono o el modelo de
teléfono que se usa.
75
¿Qué está haciendo la FDA para averiguar más
sobre los posibles efectos a la salud
ocasionados por la radiofrecuencia de los
teléfonos móviles?
La FDA está trabajando con el Programa Nacional de
Toxicología de Estados Unidos y con grupos de
investigadores alrededor del mundo para garantizar
que se realicen estudios de alta prioridad en animales
para contestar las preguntas importantes acerca de
los efectos de exponerse a energía de radiofrecuencia.
La FDA ha sido un participante líder en el Proyecto
Internacional de Campos Electromagnéticos (EMF) de
la Organización Mundial de la Salud desde sus
comienzos en 1996. Un importante resultado que
arrojó este trabajo fue la confección de una agenda
detallada de las necesidades de investigación que
impulsó el establecimiento de nuevos programas de
investigación en todo el mundo. Este proyecto también
ayudó a desarrollar una serie de documentos de
información al público sobre temas relacionados con
el EMF.
La FDA y la Asociación de Telecomunicaciones Móviles
e Internet (CTIA) celebraron un Convenio Cooperativo
de Investigación y Desarrollo (CRADA) formal para
realizar estudios sobre la seguridad de los teléfonos
móviles. La FDA proporciona supervisión científica y
obtiene información de expertos provenientes del
gobierno, la industria y organizaciones académicas.
La investigación financiada por la CTIA se realiza a
través de contratos con investigadores
independientes. La investigación inicial incluirá tanto
estudios de laboratorio como estudios de usuarios de
teléfonos móviles. La CRADA también incluirá la
amplia evaluación de las necesidades adicionales de
investigación en el marco de las investigaciones más
recientes de todo el mundo.