Mantenimiento
El mantenimiento es extremadamente importante para el buen funcionamiento de la instalación y la duración de la unidad.
Este mantenimiento lo deben realizar técnicos debidamente cualificados para trabajar en circuitos frigoríficos y eléctricos, con el material
adecuado para cada modelo de unidad. Deberán respetar las normas de seguridad expuestas en la sección correspondiente y tomar las
medidas indicadas.
Mantenimiento de rutina
Las operaciones rutinarias de control de la unidad que se describen a continuación no requieren conocimientos teóricos específicos y se
resumen en simples controles de algunos componentes de la unidad.
Control del entorno de la unidad
Mantener la unidad y el entorno donde ha sido ubicada limpias para evitar obstrucciones en las baterías, comenzando por retirar lo antes
posible todos los materiales de protección y embalaje que trajo la propia unidad. El mantener limpias todas las tuberías y uniones de las
mismas en la unidad facilitará la detección de posibles fugas.
Control visual de la estructura de la unidad
Al verificar el estado de las partes que constituyen la estructura de la unidad prestar mucha atención a las partes sujetas a oxidación. Si se
presenta oxidación tratar la parte con pintura idónea para eliminar o reducir dicho fenómeno.
Controlar fijaciones de los paneles externos de la unidad, pues fijaciones no correctas provocan ruido y vibraciones anómalas.
Control visual del circuito de aire
Controlar visualmente, a lo largo de todo el recorrido de los conductos de aire que no hay puntos de fuga, que el aislamiento se encuentre en
condiciones y que los soportes estén en perfecto estado.
Control visual de la instalación eléctrica
Comprobar que los cables de alimentación que conectan la unidad con el cuadro de distribución no presentan rasgaduras u otros daos que
comprometan su aislamiento.
Comprobar que todas las conexiones eléctricas están bien apretadas antes de la puesta en marcha, al mes de la puesta en marcha y
posteriormente una vez cada año.
Control de las secciones de baterías
Verificar el estado de ensuciamiento de los intercambiadores aleteados, pues estos con abundante suciedad reducen el caudal de aire y por
lo tanto las prestaciones de la unidad.
Si las baterías están sucias debemos proceder a su limpieza, quitando con cepillo blando, aspirador o manualmente todas las impurezas,
como papel, hojas, etc, que puedan obstruir la superficie de las baterías.
Hemos de tener en cuenta que el contacto con las aletas incluso accidentalmente puede provocar cortes, así como deformación de las
mismas. Si esto último sucediese debemos proceder a peinar las mismas con un peine con la separación adecuada.
Si los cuerpos depositados no se consiguen extraer con los métodos apuntados, debemos proceder a la limpieza de las baterías con agua a
presión (con un buen difusor para no dañar las aletas) o con los productos adecuados.
Controlar visualmente el estado de fijación de los ventiladores a los motores, el estado de las correas y poleas. Amarres defectuosos provocan
ruido y vibraciones anómalas.
Mantenimiento preventivo
Si se desea alargar la vida de la unidad, así como tener una gran fiabilidad es imprescindible realizar un mantenimiento preventivo, cuyas
operaciones básicas y sus plazos se muestran en la tabla siguiente.
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