Los rayos infrarrojos penetran en todas las capas de la muestra, la
profundidad de su penetración depende de la conductividad de la muestra.
Las muestras de las diferentes sustancias se diferencian por la conductividad.
Una parte de los rayos se refleja en la superficie de los materiales. En las
capas, a las cuales llegan los rayos, se realiza la absorción de la energía
de los mismos y se cambian por calor. El calor desprendido se difunde
en el interior de la muestra, y la eficiencia de su difusión depende de la
conductividad del calor de la muestra. Cuando mejor es la conductividad, es
más rápido el proceso de calentamiento y de evaporación de las sustancias
volátiles de la muestra. Durante este proceso se cambian los parámetros de
la muestra, su conductividad del calor disminuye y existe el peligro de que se
queme la muestra. Algunos rasgos de la muestra se pueden evaluar sobre
la base de su apariencia, las muestras de superficie lisa y de color claro en
general reflejan mejor la radiación. Deberíamos tenerlo en cuenta al ajustar
los parámetros de calentamiento de la balanza determinadora de humedad.
PREPARACIÓN DE LA MUESTRA
La muestra debe ser representativa, por tanto, el método de toma y de
preparación de la misma es muy importante y tiene una gran influencia
en la repetición de las mediciones. Muy a menudo, el producto se pone a
homogeneizar para hacer la mezcla.
Otro método es tomar unas pocas muestras de diferentes pero específicos
puntos y calcular un valor medio. Otro método consiste en tomar unas
muestras de varios lugares, mezclarlas y tomar una muestra de esa mezcla.
La selección del método depende del objetivo de la investigación. Con fines
de calidad, normalmente hay que analizar varias muestras representativas.
En el control de la producción es suficiente con garantizar la repetición al
tomar las muestras, lo que permite examinar la tendencia.
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