• El sistema de aire acondicionado debe estar cargado con suficiente
refrigerante como para que el indicador de presión marque por lo
menos 340 kPa (49 psi) cuando no está funcionando. Con
temperaturas de menos de 15 °C (59 °F), es posible que las fugas no
se detecten ya que es probable que no se alcance este nivel de
presión.
• Si la parte donde se hace la prueba está contaminada, tenga cuidado
de no contaminar la punta de la sonda del detector. Si la parte está
muy sucia, debe limpiarse con un paño o con aire comprimido. No
deben usarse productos de limpieza o solventes ya que muchos
detectores electrónicos son sensibles a los ingredientes de estos
agentes.
• Inspeccione visualmente todo el sistema refrigerante y busque signos
de fugas de lubricante de aire acondicionado, daños y corrosión en
todas las tuberías, mangueras y componentes. Todas las áreas
problemáticas deben revisarse cuidadosamente con la sonda del
detector, y también todas las conexiones, los acoples de las
mangueras, los controles de refrigerante, las conexiones de servicio
con las tapas colocadas, las áreas soldadas y las áreas alrededor de
los puntos de acople y las sujeciones en las tuberías y los
componentes.
• Siempre siga el sistema de refrigerante de forma continua para no
omitir ninguna área con una fuga potencial. Si detecta una fuga, igual
revise el resto del sistema.
• En cada área que se revisa, debe moverse la sonda alrededor del
lugar a un ritmo de no más de 25 a 50 mm/seg. (de 1 a 2 pulg./seg.), y
a no más de 5 mm (0.2 pulg.) de la superficie totalmente alrededor del
lugar. Mover la sonda más despacio y más cerca del lugar aumenta
significativamente la posibilidad de detectar una fuga.
• Una fuga potencial debe verificarse por lo menos una vez soplando
aire comprimido en el área de la supuesta fuga, si es necesario, y
repitiendo la inspección del área. En el caso de fugas muy grandes,
soplar el área con aire comprimido generalmente ayuda a ubicar el
punto exacto de fuga.
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