A.3
FUNCIONAMIENTO DE LA MÁQUINA
A.3.1
La defensa regulable anteriormente descrita debe colocarse lo más cerca posible de la pieza.
A.3.2
La hoja o la polea de una sierra de cinta nunca deben limpiarse manualmente con un pincel o una rasqueta
mientras la hoja está en movimiento. Una esmerada regulación y el mantenimiento periódico de los
dispositivos de limpieza de la hoja y de la polea (véase 5.2.2), así como de la instalación de lubricación en
los alimentadores y tronzadoras, servirán para evitar la formación de depósitos de material.
CORTE SIN GUÍA
A.3.3
En la sierra de cinta de mesa la pieza
debe alimentarse de manera regular y
bloquearse firmemente sobre la mesa
para garantizar el máximo control duran-
te el corte, colocando las manos en una
posición segura (véase figura A-1).
Nota:
Para este tipo de trabajo nunca deberían
utilizarse alimentadores, ya que
requieren el uso de las manos por parte
del operador cerca de la hoja para soste-
ner la pieza.
CORTE CON GUÍA EN SIERRA DE CINTA
A.3.4
Para cortes rectilíneos debe utilizarse
siempre una guía, para prevenir la
rodadura o el desbandamiento de la
pieza (véase fig.A-2). Para trabajos en
bajos espesores, la guía debe utilizarse
en la posición baja para consentir que
las guías y la defensa de la hoja puedan
regularse sobre la pieza y permitir también
la eliminación segura del material de la
zona que rodea la hoja, sirviéndose de
una varilla apropiada.
A.3.5
Siempre que sea posible, en las sierras
de cinta de mesa debe utilizarse un
arrastrador amovible. Este dispositivo es inestimable para la seguridad y aumenta la capacidad productiva
de la máquina. Manteniendo una velocidad de alimentación constante, el arrastrador favorece también la
prolongación de la duración de trabajo entre dos operaciones sucesivas de afilado de la hoja.
A.3.6
Cuando se introduce la pieza manualmente aprovechando el apoyo de la guía, es conveniente utilizar una
barra de empuje para acompañar la pieza cerca de la hoja.
A-22
Fig. A-1
Corte sin guía
Fig. A-2
Corte con guía