Conexión de humos Recordatorio de la normativa en vigor
Con tal de proteger a los ocupantes de las emisiones de gases contaminantes y asegurar un mejor rendimiento de la caldera,
es necesaria una buena chimenea. Para que no se degrade con el paso del tiempo, la chimenea debe estar bien
dimensionada, que sea lo más recta posible, un tapón que evite las perturbaciones del viento, una inercia térmica baja, un
buen aislante y que sea fabricada con un material que sea estanco para el gas de la combustión, resistente a los choques
térmicos y a los agentes corrosivos.
La función de la chimenea es la de evacuar los gases de combustión. Estos gases contienen principalmente CO
también se componen de otros componentes tóxicos como el CO o ácidos como el NO
Una mala chimenea puede ser peligrosa para los ocupantes o se deteriorará bajo los efectos de la condensación de los gases
de combustión. También puede cambiar el rendimiento de la caldera.
La conexión de humos debe ser realizada conforme a la normativa en vigor por un instalador autorizado.
Debe, entre otros, responder a los siguiente criterios:
Altura y sección interior suficientes, adaptadas a las necesidades de la caldera.
La salida del techo debe sobrepasar el punto más alto 50 cm como mínimo.
El conducto y las tapas de limpieza de cenizas deberán ser estancas (sin fisuras)
Las partes exteriores del conducto deben ser aisladas
El conducto no deberá comunicar con ningún conducto vecino.
El conducto deberá ser limpiado por un profesional 2 o 3 veces al año.
La sección de la chimenea debe estar adaptada a la potencia de la caldera.
Los tubos de salida de humos, en acero o inox, deben ser estancas, mantener una pendiente de ascensión de 15% y que sean
fácilmente desmontables.
Es indispensable que ningún condensado entre dentro de la caldera, por ello el conducto debe contar con una "Te" de purga de
agua.
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y agua, pero
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