Antes de la puesta en marcha
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Antes de utilizar su aparato, añada una cucharadita de bicarbonato
de sodio en agua tibia y con un paño húmedo limpie todas las partes
del nuevo aparato, luego repita el proceso con un paño limpio y
húmedo y seque. (asegúrese de que el aparato no esté conectado a la
corriente eléctrica cuando realice esta tarea).
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Retire todas las cintas de transporte y las piezas de protección de
espuma.
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Limpie el interior con un paño humedecido en agua y jabón tibio.
Limpie con agua limpia y seque con un paño.
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Puede haber un olor extraño cuando se enciende el aparato por
primera vez, que desaparecerá cuando el aparato empiece a
enfriarse.
Una vez colocado el aparato, ajuste las patas para asegurar la
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estabilidad del aparato. Esto es esencial para asegurar un
funcionamiento silencioso y la correcta apertura y cierre de la
puerta.
Conecte el aparato a la toma de corriente, pero no encienda la
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nevera durante al menos 3 horas. El refrigerante dentro del producto
necesita tiempo para asentarse después de haber sido transportado y
colocado en su posición, el no hacerlo afectará al rendimiento de
refrigeración de su aparato.
Una vez que el aparato se haya asentado, localice el dial del
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termostato en el producto y póngalo en "5" y conecte la
alimentación. El compresor comenzará a funcionar. Cierre la puerta.
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Se recomienda no abrir la puerta durante un mínimo de 4 horas para
que el aparato alcance la temperatura estándar de funcionamiento.
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Es posible que escuche un leve gorgoteo o burbujeo cuando el
refrigerante se bombea al sistema de refrigeración y a través de las
bobinas o tubos de la parte trasera del aparato.
Cuando el compresor está en funcionamiento, es posible que oiga un
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ligero zumbido o un ruido pulsante. El termostato controla el
funcionamiento del compresor, y es posible que oiga un ligero
chasquido cuando entra y sale (esto es normal).
Para ahorrar energía, debe minimizar la frecuencia y la duración de la
apertura de la puerta.
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