Por ejemplo, la resolución XGA de un panel LCD tiene 1024 píxeles horizontales por 768
píxeles verticales. La entrada de vídeo se representa asimismo en idénticos términos. La entrada
de vídeo SXGA tiene un formato de 1280 píxeles horizontales por 1024 píxeles verticales.
Cuando los píxeles de entrada contenidos en el formato de entrada de vídeo coinciden con la
resolución nativa del panel, existe una correspondencia uno a uno en la configuración de los
píxeles de entrada de vídeo con los píxeles del monitor LCD. Por ejemplo, el píxel de la
columna 45 y fila 26 de la entrada de vídeo se encuentra en la columna 45 y fila 26 de la pantalla
LCD. En el caso de que la entrada de vídeo esté fijada a una resolución inferior a la resolución
nativa del monitor LCD, se pierde la correspondencia directa entre los píxeles de vídeo y los
píxeles de la pantalla LCD. El controlador LCD puede calcular la correspondencia entre los
píxeles de vídeo y los píxeles de la pantalla LCD mediante los algoritmos contenidos en el
mismo. La precisión de los algoritmos determina la fidelidad de la conversión de píxeles de
vídeo a píxeles LCD. Una fidelidad de conversión baja puede ocasionar perturbaciones en la
imagen mostrada en pantalla tales como anchura variable de los caracteres.
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